Como miembro permanente del Consejo de Seguridad, China siempre ha estado en favor de la equidad y la justicia y ha desplegado sus funciones en los asuntos internacionales como un gran país responsable. Apoya y participa activamente en la cooperación antiterrorista internacional; aboga por que la lucha antiterrorista tenga objetivos claros, por solucionar los problemas del terrorismo tanto con medidas paliativas como con medidas radicales, no actuar con un doble rasero, oponerse a relacionar la lucha antiterrorista con naciones y religiones determinadas. Todo esto ha sido bien acogido por la comunidad internacional. En problemas candentes, China se pronuncia por lo siguiente: la paz es lo más importante; solucionar los litigios mediante negociaciones en pie de igualdad y de manera pacífica; poner en pleno juego el importante papel de la ONU y de su Consejo de Seguridad en la salvaguardia de la paz y la seguridad internacionales; establecer un nuevo concepto de seguridad basado en la confianza mutua, el beneficio recíproco, la igualdad y la coordinación; fomentar la confianza recíproca mediante conversaciones; procurar la seguridad conjunta mediante la cooperación. Partiendo del deseo de estabilizar la situación internacional y regional, China persiste en solucionar políticamente el problema de Irak dentro del marco de la ONU. En noviembre de 2002, durante el período de su presidencia en el turno de países, el Consejo de Seguridad aprobó por unanimidad la resolución 1441, que defiende la autoridad de la ONU. Derrotó una serie de intentos políticos de crear una secesión de China, como la “participación” de Taiwán en la ONU, la “invitación a Taiwán para asistir en calidad de observador a la Conferencia Mundial de la Salud” , etc. En abril de 2002, en el Consejo Económico y Social de la ONU, China fue elegida, una vez más, para un período de cinco años, miembro de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU con el mayor número de votos del grupo asiático.