China es un país con múltiples religiones y son más de 100 millones los que creen en el budismo, el islam, el catolicismo y el protestantismo, y además, en el taoísmo, propio de China, así como en el chamanismo, en la iglesia ortodoxa oriental y en la religión dongba. El islam tiene adeptos entre las etnias hui, uigur, kazaka, kirgiz, tatar, uzbeka, tajik, dongxiang, salar y bonan; el budismo tibetano (también llamado lamaísmo) entre las etnias tibetana, mongola, lhoba, monba, tu y yugur; entre las etnias dai, blang y de’ang, el budismo del Hinayana; entre las etnias miao, yao, yi, etc. hay un buen número de católicos y cristianos; entre la etnia han, la mayoría de los creyentes son budistas, además de protestantes, católicos y taoístas.
El budismo se introdujo en China alrededor del siglo I de nuestra era y en el siglo IV comenzó a difundirse en gran escala, ganando importancia gradualmente hasta convertirse en la religión de mayor influencia. El budismo tibetano es una rama del budismo chino que se ha propagado por el Tíbet, Mongolia Interior y algunos otros lugares. Actualmente, existen más de 13.000 templos budistas. El islam entró a mediados del siglo VII, y durante la dinastía Yuan alcanzó un gran florecimiento. Ahora, hay más de 30.000 mezquitas. El catolicismo romano llegó a finales del siglo VII, y el protestantisamo a comienzos del siglo XIX. Actualmente, en todo el país hay 4.600 iglesias y locales católicos, 12.000 iglesias cristianas y más de 25.000 lugares sencillos para sus actividades. El taoísmo se formó en el siglo II. Esta doctrina venera como su ancestro a Lao Zi, pensador de la escuela taoísta del Período de Primavera y Otoño y tiene al Daodejing como su libro canónico principal. Funcionan más de 1.500 conventos taoístas.