Encima de la puerta de una de las casas tradicionales del distrito pekinés de Xicheng se clavó ayer una placa azul que significa que esa casa no podrá ser demolida. Este Siheyuan (casa tradicional china con patio interior) se ha convertido en una de las 339 casas que fueron elegidas ayer como patrimonio que debe protegerse.
A mediados de julio se puso 200 Siheyuan bajo protección y ahora a estos se han añadido 339 más. Aunque la cifra ya es de 539, aún quedan cientos que no han recibido ningún tipo de protección.
Los Siheyuan, construidos durante la dinastía Yuan (1271-1368), cuando Beijing se convirtió en la capital nacional, han sido considerados el epitome de la arquitectura residencial urbana de China.
“El diseño, distribución y material de estas viejas casas reflejan la antigua filosofía de la armonía entre los humanos y el cielo”, dijo Liu Xiaoshi, un arquitecto muy activo en la preservación del Beijing antiguo.
Sin embargo, muchos Siheyuan, de un valor incalculable, han sido demolidos a causa de las construcciones de edificios modernos y para frenar esta tendencia, el gobierno chino ha decidido tomar cartas en el asunto.
“La protección de los Siheyuan se ha convertido en la tarea principal del gobierno municipal”, dijo Liu Xiaoshi, quien ocupó el cargo de director de la Oficina de Planificación Urbanística de la Ciudad de Beijing a principios de los años 80.
(24/09/2003,CIIC)