El arte popular de China se enfrenta a un problema inevitable. ¿Cómo se puede satisfacer la gran demanda del mercado trabajando en pequeños talleres de producción artesanal? ¿Debe mantenerse esta forma de producción o dejar los talleres y pasarse a las fábricas?
El arte popular de China se enfrenta a un problema inevitable. ¿Cómo se puede satisfacer la gran demanda del mercado trabajando en pequeños talleres de producción artesanal? ¿Debe mantenerse esta forma de producción o dejar los talleres y pasarse a las fábricas?
El arte popular ha llegado a nuestros días de generación en generación. Casi todos los artistas folklóricos se dedican a esas artes por el amor a las mismas.
Hay diferentes opiniones sobre la necesidad de que los productos artesanales se fabriquen en fábricas.
Sun Dezhong, un escultor de Dalian, vendió tres obras por un valor superior a los mil yuanes cada una. Todos los días mucha gente se aglomera ante su parada, y aunque aprecian la belleza de sus productos también creen que son demasiado caros. Aunque algunos le han ofrecido producir sus obras en serie, él se ha negado rotundamente.
Sun afirma que sus obras no pueden producirse en serie. Vende sus productos a 1.000 yuanes cada uno pero si se fabrica en serie, una pieza apenas valdría 100 yuanes. “Con la producción en serie, la obra pierde su alma y no tiene ningún valor”, opina.
Durante muchos años el arte popular de China se ha topado con muchas dificultades en su existencia y desarrollo. La gran mayoría de artistas se preocupa únicamente de su arte sin tener en cuenta el mercado. Sus obras, al ser únicas, tienen mucho valor para los coleccionistas, pero de esta manera se limita su difusión y popularización.
“Si no pueden integrarse en la vida común, algunas formas de arte popular nacen y mueren, y si no existen, cómo pueden hablar de su protección y desarrollo”, dijo Wang Songlin, subdirector del Centro de Investigaciones de la Cultura Chamán, subordinado a la Academia de Ciencias Sociales de Jilin.
Muchos expertos opinan que la mejora se basa en la difusión. Ante la falta de fondos para el estudio y las dificultades a las que han de hacer frente los artistas, una salida consiste en que el arte folklórica se sustente a sí mismo. Significa que este arte debe pasar del taller a la fábrica y generar beneficios para su difusión, con el fin de permitir a las formas del arte pura y fina cobrar un mejor desarrollo.
En esta feria popular, los productos de caoba incrustados con plata de Weifang, provincia de Shandong, van desde grandes piezas como mesas y sillas a pequeñas como bastones y palitos. Zhuang Yueguang, subdirector del departamento de enlace de la Federación de Artistas y Literatos, dijo que “este arte tradicional es muy conocido. Nos cuesta mucho trabajo desarrollarlo”.
Cree que sea lo buena que sea una obra, la gente no tiene los recursos económicos para comprarla. El reducido mercado impedirá sin duda el avance posterior de la industria. Para combinar el arte popular tradicional con la vida del pueblo, en los últimos años la fábrica de caoba ha manufacturado artículos para uso cotidiano, tales como palitos y bastones, de alta calidad y bajo precio, satisfaciendo las necesidades de la gente común.
(2003/09/09,CIIC)