Treinta años después de que la "Diplomacia Ping-pong" abriera la puerta a las relaciones diplomáticas chino-estadounidenses, el ex secretario de Estado de Estados Unidos Henry Kissinger regresó a Beijing para jugar tenis de mesa con el Viceprimer Ministro chino Li Lanqing.
En su 34 visita a China desde 1971, el Dr. Kissinger se describió a sí mismo como un "mal jugador de acuerdo con los estándares chinos", y "con los estándares estadounidenses, un jugador mediocre".
"Me gusta el ping-pong, yo juego ping-pong,", dijo. "La razón de por qué tengo problemas para jugarlo ahora es porque me he dañado el ojo derecho. Ahora, no puedo jugar mucho más por mi ojo, pero solía jugar mucho", dijo a Xinhua el Dr. Kissinger en una entrevista justo antes de que concluyera su visita más reciente a China esta semana.
En su primera visita a China en el Siglo 21, él encabezó a una delegación integrada por ex funcionarios de alto nivel de las seis administraciones estadounidenses previas.
Pero el "mal jugador" es bien conocido en China, un país de más de mil millones de habitantes, por su gran experiencia en la diplomacia chino-estadounidense y por su contribución al establecimiento de las relaciones diplomáticas entre China y Estados Unidos.
El Dr. Kissinger dijo que está satisfecho con el desarrollo de las relaciones entre China y Estados Unidos durante los últimos 30 años y que está optimista sobre la dirección de los vínculos.
"Creo que la relación está mejorando y estoy muy optimista, después de haber tenido el privilegio de hablar con sus líderes, de que estamos empezando un nuevo período de cooperación, y de cooperación más estrecha, entre nuestros dos países", afirmó.
Las relaciones China-Estados Unidos deben estar basadas en el interés común de la gente de los dos países y en la paz, estabilidad y progreso de Asia y del mundo también, afirmó.
China y Estados Unidos necesitan y pueden cooperar sobre cuestiones como la Península Coreana, la no proliferación de armas y la Organización Mundial de Comercio (OMC), dijo el Dr. Kissinger. Y para el momento en que el Presidente estadounidense, George W. Bush, visite China en octubre de este año, las relaciones chino-estadounidenses habrán progresado. El diplomático de alto nivel negó las informaciones de que las relaciones chino-estadounidenses podrían convertirse en un tipo de "Guerra Fría", y dijo que no espera que la relación vaya hacia ninguna dirección, a excepción de una relación buena.
"Estoy muy seguro de que sus líderes (chinos) no quieren la guerra fría", afirmó. "Conozco a sus líderes, personalmente durante muchos años. Sé que no quieren una guerra fría". Sobre la cuestión de Taiwán, Kissinger dijo que es muy delicada en las relaciones chino-estadounidenses. El subrayó que Estados Unidos ha aprobado el principio de Una China en los tres comunicados conjuntos.
El expresó su convicción de que la parte estadounidense continuará su política de Una China.Kissinger indicó que la parte estadounidense dijo recientemente en repetidas ocasiones que prefiere y promueve una solución pacífica de la cuestión de Taiwán. El no cree que habrá conflictos sobre la cuestión de Taiwán. "Espero y estoy seguro de que nuestros líderes de ambas partes harán todos los esfuerzos para evitar la confrontación", afirmó.
La relación de 30 años con China hizo que su vida se conectara estrechamente con China. Kissinger describió a sus relaciones con China como "intelectuales" y "diplomáticas". El afirmó que ama a la cultura china y que tiene un "fuerte sentimiento hacia China".
"Estoy impresionado por la enorme energía e inteligencia del pueblo (chino)", dijo, y agregó que él tiene muchos amigos chinos y que planea muchas visitas a China en los años próximos.
El ex secretario de Estado estadounidense también expresó su simpatía hacia la postulación de China para organizar los Juegos Olímpicos del 2008.
"Creo que es el sueño de China querer las Olimpiadas", afirmó. "Espero que ellos (el pueblo chino) las obtengan y me gustaría venir aquí para ello".