Cada vez más mujeres chinas escriben sobre temas desconocidos o poco convencionales para la sociedad. En su última novela, titulada Zhengjiu Rufang -en castellano algo así como “Salvemos los pechos”- la escritora Bi Shuming nos relata como un grupo de enfermas de cáncer de mama lucha por superar sus aflicciones físicas y psíquicas.
Al igual que en sus otras dos novelas, Hong Chufang (La receta roja) y Xue Linglong (Sangre exquisita), la escritora, que trabajó como doctora durante 20 años, nos habla de aspectos relacionados con la enfermedad, la vida y la muerte.
El título de esta novela, que puede tener connotaciones eróticas o sexuales, ha suscitado la crítica entre el público en general y los críticos literarios. Algunos argumentan que sólo se trata de un reclamo comercial para vender más pero lo que está claro que el libro no tiene relación alguna con el tema del sexo.
Otra de las grandes novelistas chinas es Hong Ying, una escritora que nació en los años sesenta en el municipio de Chongqing. Una de sus novelas más famosas “Hija del hambre” nos explica la historia de una mujer que vivió una infancia muy difícil marcada por la pobreza y el hambre. La novela es una mezcla de los hechos que vive la protagonista y sus sentimientos y pensamientos; asimismo nos cuenta cómo esta experiencia marcó su vida. El libro ha sido traducido a 21 idiomas y publicado en Japón, Israel y en muchos países europeos y americanos.
Cabe destacar también a Jin Renshun, una escritora del noreste de China, que se hizo famosa de la noche a la mañana cuando su novela “Té verde” fue llevada al cine por el prestigioso director chino Zhang Yuan.
La novela nos explica la historia de una mujer que lleva una doble vida. De día trabaja de oficinista y tiene el aspecto de una mujer corriente y más bien tímida pero al anochecer abandona su normalidad y se cita con diferentes hombres y en cada uno de estos encuentros siempre pide una taza de té verde.
Aunque estas novelas son del agrado del público chino, algunos críticos creen que las mujeres chinas escriben pensando en el público masculino puesto que en sus obras abundan las descripciones de escenas sexuales.
(CIIC)