A escala mundial, la industria cada vez está más avanzada porque la comunidad internacional presta más y más atención a los problemas ecológicos. En los países desarrollados, esta industria crece a un seis por ciento cada año, mientras que en los países en vías de desarrollo del este de Asia y los paísos latinoamericanos la cifra supera el 10 por ciento.

China también participa en el auge de la industria. El sector se está expandiendo con rapidez gracias a los esfuerzos para conservar el medio ambiente que el gobierno ha llevado a cabo desde los años 90.

La industria de la protección medioambiental, que incluye servicios y equipos ecológicos, se ha convertido en una parte importante de la economía nacional. Sin embargo, aún existen graves problemas que deben solucionarse, señala el artículo.

En primer lugar, la industria aún es muy reducida. Aunque sus ingresos totales en 2000 fueron de 169.000 millones de yuanes (20.400 millones de dólares), esta cifra sólo representó el 1,9 por ciento del producto interior bruto (PIB) del país de ese año.

En China existen actualmente 18.144 empresas dedicadas a la protección medioambiental pero todavía son empresas que deben consolidarse o unirse. El sector está madurando, apunta el artículo.

En segundo lugar, la industria de protección medioambiental de China está estructuralmente desequilibrada. Los servicios medioambientales, una parte clave de la industria, por ejemplo, aún están en sus inicios. Estos servicios ganaron 10.800 millones de yuanes (1.300 millones de dólares) en 2000, cifra que representa únicamente el 0,6 por ciento de los ingresos totales del país.

La información medioambiental y los servicios de finanzas sólo ahora han empezado a emerger. Y los mercados para los servicios, productos, tecnología y capital ecológicos también necesitan de mucho trabajo.

Mientras que el mercado de productos ecológicos está relativamente desarrollado, su sector tecnológico no consigue atraer suficiente capital o comerciar adecuadamente sus hallazgos.

Además, el proteccionismo de los departamentos dificulta aún más el desarrollo del sector.

Algunas regiones y gobiernos alzan barreras para evitar que los foráneos interfieran en el mercado, hecho que perjudica a algunas compañías.

La gestión incorrecta del mercado y una aplicación negligente de las leyes han permitido asimismo que el desorden y la irregularidad campen a sus anchas en el mercado, añade el artículo que a su vez sostiene que la industria de protección medioambiental tiene un gran potencial ahora que el desarrollo sostenible es una prioridad nacional.

Sin embargo, se deben ejecutar una serie de acciones para aprovechar este potencial.

Puesto que la industria es de interés público, se desarrollará con la ayuda de políticas gubernamentales favorables y de una competición justa en el mercado.

El crecimiento de la industria está estrechamente relacionado con los incentivos políticos del gobierno.

El gobierno debería esforzarse para regular el sector y crear un marco legal que permitiese un acceso igual al mercado para tanto las empresas públicas como privadas.

Además, el gobierno debería desarrollar créditos de preferencia y elaborar políticas fiscales y de inversión para apoyar las empresas "verdes", dados los beneficios para la gente que comporta la protección ecológica.

Aunque la industria puede generar ingresos estables, su largo ciclo de inversión y los altos riesgos han frenado a los inversores. El gobierno debería, por lo tanto, fomentar la inversión en la industria mediante políticas de financiación favorables. Por ejemplo, métodos de financiación como emisión de bonos, cotización en bolsa y transferencia de operaciones de construcción. La inversión extranjera también es otra opción, señala el artículo.

Otra medida podría ser la creación de una asociación de la industria que actuara como puente entre el gobierno y los negocios y dirigiera el desarrollo del sector.

(10/06/2003, CIIC)