En su discurso de celebración del 80.° aniversario de la fundación del Partido Comunista de China en 2001, Jiang Zemin planteó que “el marxismo posee la cualidad teórica de avanzar a la altura de los tiempos”. En su discurso del 31 de mayo, pronunciado en la Escuela Central del Partido en 2002, señaló en forma más explícita: Persistir en la línea ideológica que supone emancipar la mente y fortalecer el espíritu de avance a la altura de los tiempos, es el factor decisivo en el mantenimiento de la naturaleza de vanguardia y la capacidad creadora del Partido, como fuerza política rectora en el país durante largo tiempo. Lo que seamos capaces de cumplir o no determinará el desarrollo y destino de China”.
Avanzar a la altura de los tiempos exige a los comunistas chinos cumplir con dicho cometido en lo ideológico y teórico, colocarse a la vanguardia de la época y promover incesantemente la innovación teórica; hacer que su causa, en tanto que refleja los intereses estatales, también sea reflejo de las exigencias de la época; que persistan, por un lado, en la posición, el concepto y los métodos marxistas y, por el otro, comprueben y enriquezcan su teoría desarrollándola en la práctica, impulsándola sin cesar a un nuevo ámbito de desarrollo, en lugar de imitar y aplicar mecánica y dogmáticamente dicha doctrina obedeciendo a ciertos principios, conclusiones y capítulos. En las nuevas circunstancias históricas, en aras de avanzar persistentemente a la altura de los tiempos, hay que tomar en cuenta las siguientes exigencias:
“Resulta imperativo mantenerse al tanto de los cambios mundiales importantes ocurridos en la política, la economía, la cultura y la ciencia y la tecnología durante los pasados 150 años, desde la publicación del Manifiesto del Partido Comunista”. Durante este lapso y en el plano político, la sociedad ha experimentado la constante intensificación de las contradicciones de clases y los conflictos nacionales, lo que condujo finalmente a la tragedia de dos guerras mundiales, y ha vivido una época de oposición bipolar, confrontación ideológica y distanciamiento recíproco entre las superpotencias; el movimiento comunista ha pasado por un curso complejo en el proceso de tránsito de la teoría a la realidad, de la victoria lograda en un país a varios países y de ahí a los reveses; la sociedad capitalista, merced a su capacidad de autoreajuste, ha obtenido un espacio y margen de desarrollo bastante grande. En la actualidad, la paz y el desarrollo han devenido temas principales de la época, y el socialismo y el capitalismo, en un lapso considerablemente largo, coexistirán entre lucha y cooperación, influencia y penetración, reflejando a través de dicha competencia y confrontación, el nivel alcanzado por las fuerzas productivas y el poderío integral nacional. En lo tocante a la economía, debido al fuerte impulso que ha significado el desarrollo acelerado de la ciencia y la tecnología, se augura que la tendencia globalizadora vinculada a los mercados mundiales originará una socialización de la producción, impulsando un mayor desarrollo de las fuerzas productivas, a la par se producen oportunidades de desarrollo para los países menos aventajados, como consecuencia del flujo globalizado de los elementos de producción y la cada vez más encarnizada competencia en el mercado internacional. Pero éstos también se verán sometidos a la presión que supone desiguales condiciones de competencia. Respecto a la cultura, se producen continuos intercambios a escala mundial; la cultura avanzada contribuye a construir puentes de comprensión mutua entre los seres humanos, mientras que los factores nocivos envenenan el alma de algunas personas; la cultura de muchas naciones enfrentan crisis que pueden conducir a la extinción; la asimilación y protección, y la búsqueda de beneficios y la prevención de estragos en el terreno cultural constituyen un tema importante para todo el mundo. Asimismo, la ciencia y la tecnología juegan un papel sumamente trascendental para la vida material, espiritual y política de la humanidad, por lo tanto, se precisa especial atención a cómo obtener beneficios con los inventos científicos y tecnológicos.
“Es imperativo asumir los cambios importantes ocurridos en la construcción socialista de nuestro país”. En los pasados 50 años desde la fundación de la Nueva China, y sobre todo en los últimos 20 años, desde el inicio de la reforma y apertura, la construcción socialista de nuestro país se ha desarrollado con ritmo impetuoso, logrando que el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas, el poderío nacional integral y la vida del pueblo, así como la posición internacional se eleven de forma notable. Al procurar cumplir con la meta de la estrategia del “desarrollo en tres pasos”, determinada a mediados de los años 1980, se han llevado a cabo sin inconvenientes los primeros dos pasos. Nuestro país ha entrado en la construcción de una sociedad de cierto bienestar en todos los aspectos y en una nueva etapa de aceleración de la modernización socialista. En esta etapa, no debemos ver sólo la existencia de bases para el futuro desarrollo, sino tomar conciencia clara de que nuestro país, en la actualidad, incluso en un próximo período bastante largo, se encontrará en la fase inicial del socialismo y está muy distante del nivel avanzado de los países desarrollados y la meta por la que luchamos. Siempre que trabajemos con dedicación, podremos alcanzar el objetivo requerido por el tercer paso. Es menester aumentar los ingresos del pueblo sobre la base del progreso económico, perfeccionar el sistema de seguridad social, tomar en consideración la equidad, al tiempo que se busca la eficiencia, esforzarse por alcanzar el desarrollo integral de la persona, mejorar la democracia y el sistema legal socialistas y construir la civilización política socialista, que responda a la construcción de la economía y el desarrollo social, enriquecer ininterrumpidamente la vida espiritual y cultural del pueblo y persistir en la estrategia de desarrollo sostenible, promoviendo la coordinación y armonía entre la humanidad y la naturaleza.
“Es imperativo asumir los cambios importantes referentes a las condiciones de trabajo y vida de la masa de militantes del Partido, cuadros y masas populares y el ambiente social”. Durante más de 20 años desde comienzos de la campaña de reforma y apertura, la sociedad china ha pasado o está pasando de la economía planificada a la de mercado, y de la economía agrícola a la industrial y la del conocimiento. En este curso de transformaciones, con el desarrollo incesante de la modernización socialista, el progreso de la división social y la reforma del sistema de la economía social, la estructura de las capas sociales, la forma de organización y el modo de empleo han sufrido profundos cambios, los cuales serán cada vez más complejos y diversificados, tendencia independiente de la voluntad del hombre.
Se exige por ello a los comunistas chinos que “estimen a plenitud el recio desafío y la novedad que resulta de dichos cambios para nuestro partido gobernante”. Es erróneo y nocivo cerrar los ojos a los cambios profundos de la sociedad humana, que han sucedido durante los pasados 150 años desde la publicación del Manifiesto del Partido Comunista, y tratar al marxismo de manera dogmática, pero lo es también negar la cientificidad del marxismo y desconocer a los antepasados, so pretexto de que la época ya ha cambiado; si pasamos por alto los éxitos logrados, se podría perder la confianza en la causa socialista, pero quien menosprecie las dificultades que nos quedan por delante, pecará de engreído y autosuficiente; quien no capte los cambios bruscos ocurridos en la vida económica social de nuestro país, y demuestre incapacidad para mejorar la gestión directiva y administrativa, quedará a la zaga de la época y se encontrará en una posición pasiva.
El resumen de la cualidad teórica marxista de avanzar a la altura de los tiempos y su aplicación es una conclusión científica sacada por los comunistas chinos a partir de la historia y la vida real, y del propio desarrollo de la teoría marxista. Este pensamiento enriquece el contenido de la línea ideológica del Partido y proporciona los fundamentos guías al Partido para que éste, en el nuevo período histórico, oriente la nueva práctica con el marxismo desarrollado y enriquezca de forma incesante el marxismo en la práctica.
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