Qi Linhua, ahora de 73 años, viaja constantemente entre Beijing, Hohhot y la bandera (distrito) anterior de Otog en favor de su tierra, de ahí que sus paisanos la llaman con cariño "mamá en el desierto".

"Sol poniente", pero lejos del ocaso

Qi es oriunda de la ciudad de Ordos (antes de la liga de Ih Ju), Mongolia Interior. A los 16 pasó a Beijing a estudiar en la Escuela Mongolia-Tíbet y luego volvió a la liga (prefectura) de Ih Ju para trabajar en el Comité de Trabajo de Dongjun del Partido Comunista, uniéndose así a la revolución. Poco después de la fundación de la Nueva China, fue jefa de la clínica de la liga de Junwang (hoy liga de Ejenhoro) y, más tarde, fue jefa interina del distrito de Guyang. En 1955 renunció a la oportunidad de promoción y aprobó el examen para estudiar postgrado en el Instituto Central de Minorías Etnicas en Beijing. Tras graduarse, regresó a su pueblo, donde se convirtió en profesora en el Instituto de Construcción de Mongolia Interior. En 1977 fue transferida al Instituto Central de Minorías Etnicas para ser jefa de la Oficina de Asuntos Docentes. En 1985 se retiró antes de tiempo para cuidar a su esposo, que estaba muy enfermo.

En ese momento, Qi sentía un vacío indescriptible en su vida. Pensando en la educación recibida de sus padres, a la preparación recibida del Partido y a las esperanzas de sus paisanos, no se las tenía todas consigo por no haberles hecho mucha retribución.