El Primer Ministro Zhu Rongji, en su informe sobre la labor del gobierno, en marzo pasado, indicó que este año se ampliará la magnitud de la reconversión de tierras cultivadas en bosques, se disminuirá el uso de tierras para pastoreo y el cultivo de pastos y se acelerará la reforestación en las montañas y suelos baldíos utilizables. Subrayó que la práctica será una vía efectiva para incrementar los ingresos de los campesinos.
La devolución de tierras cultivadas a la silvicultura ha sido una política estratégica adoptada por el Comité Central del Partido Comunista de China y el Consejo de Estado a la luz del empeoramiento constante de la erosión de la tierra, medida esencial para cambiar la forma irracional de utilización y labranza de tierras, disminuir la pérdida de agua y suelos y eliminar por completo los desbordamientos de ríos y lagos.
Después de la fundación de la Nueva China, la población del país ascendió de 500 millones de habitantes a 1,400 millones. Con el fin de resolver el problema de la alimentación, gran cantidad de montañas, pendientes escarpadas y prados fueron roturados para convertirlos en sembrados. En aquel entonces la superficie para sembrar alcanzó 14.7 millones de hectáreas y entre 1994 y 1999, las tierras de cultivo reclamadas al suelo arenoso fijo y los prados sumaban 17 millones de hectáreas, de ellas la mitad se convirtió en suelo arenoso casi fijo. Con el propósito de resolver radicalmente la erosión de tierras, desde 1999 las provincias de Sichuan, Shaanxi y Gansu fueron las primeras en establecer zonas piloto y puntos de demostración para la reconversión de tierras cultivadas en bosques. En 2000, el Consejo de Estado lo incluyó en los trabajos prioritarios del desarrollo de las regiones occidentales del país.
Para movilizar y proteger la iniciativa de los campesinos, el Estado prometió suministrar gratuitamente cereales a las familias que eliminaran cultivos de sus tierras, aplicando la política de apoyo con subsidios en efectivo o plantones y la medida de estímulo de permitir beneficios a quien administrara su propio bosque. Vistos los trabajos de tres años, las masas populares han elevado de manera inusitada su entusiasmo en esta materia y lo han puesto en práctica en toda su magnitud. Las diversas localidades, conforme a sus condiciones peculiares, han desplegado al mismo tiempo la construcción ecológica y la ayuda a los campesinos a salir de la pobreza, promoviendo la reconversión de tierras cultivadas en bosques, en combinación con la reestructuración de la agricultura, la silvicultura y la ganadería, la construcción básica de campos de cultivo, el desarrollo de energía rural, la migración ecológica, así como el cierre de las montañas, prohibición de pastoreo y la crianza en corrales. Han abierto un camino de “tres éxitos”: la mejora del ecosistema, el desarrollo económico y el aumento de ingresos de los campesinos.
La práctica demuestra que la política y las medidas de “devolución de tierras cultivadas a la silvicultura, el cierre de las montañas para la reforestación, la sustitución de ayuda de socorro por cereales y la contratación de individuos” son totalmente correctas y apoyadas por los amplios cuadros dirigentes y las masas populares. En algunos lugares del centro y oeste del país, la implementación de esta política (incluyendo la devolución al prado y lago) no sólo contribuye a mejorar el ambiente ecológico e impulsar el reajuste de la estructura agrícola, sino también a aumentar directamente ingresos de los campesinos permitiéndolos enriquecerse.
El Premier Zhu Rongji señaló en su informe que se debe tomar como una tarea prioritaria de todo el trabajo económico fortalecer la agricultura e incrementar los ingresos de los campesinos. Para el aumento de sus ingresos, es necesario acelerar la reestructuración agrícola y rural y fomentar con esfuerzos la administración de la industrialización agrícola. Sin embargo, la vía más eficaz en la actualidad es ampliar la escala de reconversión de tierras cultivadas en bosques. Las experiencias de las zonas piloto ponen de manifiesto que en las zonas donde se han devuelto tierras de labrantío a la silvicultura, los campesinos no sólo están bien provistos de cereales, sino que también tienen fuerza de sobra para dedicarse a las actividades económicas diversificadas y la producción de ocupaciones auxiliares, incrementando en gran cantidad sus ingresos. Asimismo, la inversión de cuantiosos fondos en el proyecto beneficia la disposición optimizada de los elementos de producción, la promoción de la reestructuración agrícola, el desarrollo de la economía local y el impulso del crecimiento de la misma.
La implementación exitosa de la política rural del Partido y el progreso y desarrollo de la ciencia y tecnología agrícolas proporcionan importantes condiciones y oportunidades históricas a la sustitución de ayuda de emergencia por cereales y la reconversión de tierras de cultivo en bosques. Actualmente, como la oferta de cereales y productos de consumo industriales sobrepasa a la demanda, llega el mejor momento de mejorar el ecosistema. Desde 1995, se han obtenido buenas cosechas todos los años y las existencias han aumentado sucesivamente, hasta llegar a alrededor de 500 millones toneladas, equivalentes a la producción anual del país. Por esta razón, existe una base material sólida para los subsidios de cereales y el aceleramiento de dicha práctica.
Además, es posible, previa emancipación mental, acometer el trabajo con nuevas energías. En cuanto a la ampliación del área de devolución de tierras de labrantío en las laderas y montañas y suelos baldíos utilizables, se deben perfeccionar aún más las políticas y medidas correspondientes, garantizando la entrega apropiada del dinero y los cereales en la cantidad estipulada, el suministro racional y eficaz de plantones, la calidad de la reforestación y el aumento de ingresos de los campesinos. Por otra parte, es necesario actuar según las condiciones locales, fortalecer la orientación de clasificación, poner en práctica las diversas políticas pertinentes, mejorar las medidas complementarias y cultivar y proveer a tiempo plantones excelentes.
Hay que prestar también atención a la explotación de las empresas continuadoras para consolidar los frutos logrados en la reconversión de tierras de cultivo en bosques, resolver la vida actual y el desarrollo futuro de los campesinos afectados, así como la carencia que enfrentan con los combustibles y fuentes de energía, en aras de ayudar a los campesinos a librarse de la miseria y promover el progreso social.
La primavera es buena temporada de plantación de árboles y una oportunidad ideal para la devolución de tierras de cultivo a la silvicultura. Los diversos departamentos deben reforzar su coordinación en el trabajo, mientras que los gobiernos locales deben asumir la responsabilidad, acercarse a las entidades de base y llevar adelante con dedicación dicho proyecto, de modo que se llene de árboles el territorio nacional y aumenten los ingresos de los campesinos.
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