Estimados diputados:
Por encargo del Consejo de Estado, someto ante la presente Sesión de la Asamblea Popular Nacional el informe sobre la ejecución del presupuesto central y de los presupuestos locales del 2001 y sobre los proyectos de presupuesto central y de presupuestos locales para el 2002. Les pido que lo examinen y discutan, y también solicito las opiniones al respecto de los miembros del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino.
En el año 2001, las diversas regiones y departamentos, bajo la certera dirección del Comité Central del Partido y el Consejo de Estado, y en cumplimiento cabal de las políticas de regulación y control macroeconómicos establecidas por la dirección central y de las exigencias planteadas para el trabajo financiero y económico por la IV Sesión de la IX Asamblea Popular Nacional, se esforzaron por expandir y fomentar la demanda interna y se empeñaron en impulsar las distintas reformas; como consecuencia, la economía de nuestro país creció de manera relativamente rápida, a pesar de la evidente desaceleración del crecimiento de la economía mundial. Sobre esta base, la Hacienda registró un considerable aumento en sus ingresos y optimizó en mayor medida la estructura de los gastos, lo que reforzó en forma obvia su apoyo al desarrollo de las diversas actividades económicas y sociales y le permitió cumplir debidamente el papel de regulación y control macroeconómicos.
Los ingresos y gastos fiscales de todo el país sobrepasaron el presupuesto y se logró controlar el déficit de la hacienda central dentro de los límites presupuestarios. En el 2001, los ingresos fiscales de todo el país ascendieron a 1.637.100 millones de yuanes (sin contar, al igual que en las cifras citadas más adelante, los ingresos derivados de la deuda pública), lo que supone 161.100 millones de yuanes más que los presupuestados, es decir, un incremento de 297.600 millones, o del 22,2%, sobre el año precedente. Los gastos fiscales del país fueron de 1.884.400 millones de yuanes, lo que supone 148.600 millones más que los presupuestados, es decir, un aumento de 295.700 millones, o del 18,6%, sobre el año anterior. El balance de los ingresos y gastos arroja un saldo negativo de 247.300 millones de yuanes.
Los ingresos de la hacienda central totalizaron 917.100 millones de yuanes, lo que supone 74.800 millones más que los presupuestados, es decir, un aumento de 158.300 millones, o del 20,9%, sobre el año anterior. Esa cantidad incluye los 857.800 millones de yuanes de los ingresos propios de la hacienda central, o sea, 74.800 millones más que lo presupuestado; y los 59.300 millones de yuanes entregados por las haciendas locales, suma igual a la presupuestada. Los gastos de la hacienda central totalizaron 1.176.900 millones de yuanes, esto es, 74.800 millones más que los presupuestados. Esa cifra comprende los 575.400 millones de yuanes de los gastos propios de la hacienda central, es decir, 9.100 millones menos que los presupuestados; y los 601.500 millones de yuanes pagados en concepto de subsidio a las haciendas locales, un aumento de 83.900 millones sobre lo presupuestado. El balance de los ingresos y gastos de la hacienda central arroja un déficit de 259.800 millones de yuanes, cantidad igual a los 259.800 millones de déficit presupuestario aprobados por la IV Sesión de la IX Asamblea Popular Nacional.
Los ingresos de las haciendas locales sumaron 1.380.800 millones de yuanes, lo que supone 170.200 millones más que los presupuestados, es decir, un aumento de 273.700 millones, o del 24,7%, sobre el año precedente. En esa cifra se recogen los 779.300 millones de yuanes de los ingresos propios de las haciendas locales, lo que supone 86.300 millones más que los presupuestados; y los 601.500 millones de yuanes de subsidios concedidos por la hacienda central, o sea, 83.900 millones más que los presupuestados. Los gastos de las haciendas locales sumaron 1.368.300 millones de yuanes, lo que supone 157.700 millones más que los presupuestados. Esa cifra incluye los 1.309.000 millones de yuanes de los gastos propios de las haciendas locales, un aumento de 157.700 millones sobre lo presupuestado; y los 59.300 millones de yuanes entregados a la hacienda central, suma igual a la contemplada en el presupuesto. El balance de los ingresos y gastos de las haciendas locales arroja un saldo positivo de 12.500 millones de yuanes.
Además de ello, los ingresos provenientes del endeudamiento de la hacienda central ascendieron a 460.400 millones de yuanes, de los cuales 199.900 millones se destinaron a pagar el principal de las deudas internas y externas, 259.800 millones a cubrir el déficit fiscal del 2001 y 700 millones a complementar el fondo de amortización de las deudas de la hacienda central. En el año 2001 los ingresos del fondo gubernamental central fueron de 105.300 millones de yuanes, y sus gastos, también de 105.300 millones de yuanes.
Las cifras de la ejecución del presupuesto arriba mencionadas podrán sufrir algunos pequeños cambios cuando se termine la elaboración y el resumen del balance final del presupuesto central y de los presupuestos locales.
La hacienda central y las haciendas locales lograron un considerable aumento en sus ingresos, y los gastos en algunos rubros tuvieron cambios relativamente grandes. En el 2001 los ingresos fiscales de todo el país crecieron en un 22,2% con respecto al año anterior. Esto se debe a la presencia de muchos factores especiales del aumento de los ingresos, además del crecimiento económico a paso firme, el continuo mejoramiento de la rentabilidad de las empresas y un mayor acrecentamiento del trabajo de recaudación y administración tributarias. Estos factores incluyen la sustitución del cobro adicional para la compra de vehículos automotores por el impuesto sobre dicha compra, y la sujeción de los ingresos emanados de este impuesto a la administración presupuestaria, lo que incrementó los ingresos en 26.600 millones de yuanes; la entrega al fisco como concepto especial de los ingresos procedentes de la reducción de las acciones estatales, lo que originó ingresos adicionales de 12.200 millones de yuanes, provenientes en su mayoría, estimada en 11.000 millones, de la disminución de las acciones estatales en el extranjero; y la entrega de los ingresos del Banco Popular de los años anteriores por valor de 18.800 millones. Según cálculos sobre factores cotejables, sin contar los elementos especiales del aumento, los ingresos fiscales de todo el país se incrementaron en un 17,9% frente al año anterior, y los de la hacienda central en un 14,5%.
En el año 2001, tanto los ingresos de la hacienda central como los de las haciendas locales registraron un incremento considerable, sobrepasando el presupuesto en 74.800 millones y 86.300 millones de yuanes, respectivamente. Sin embargo, como algunos de los ingresos aumentados estaban programados para fines prefijados, la Hacienda no podía designarlos a otros terrenos. Por otra parte, eran muchos los rubros de gastos prioritarios que requerían más asignaciones, y por eso, la Hacienda vino enfrentando una considerable presión respecto a los ingresos y gastos. Según lo estipulado por la “Decisión del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional sobre el fortalecimiento del examen y la supervisión del presupuesto central” al indicar que “los ingresos resultantes del sobrecumplimiento del presupuesto central pueden utilizarse para cubrir el déficit de la hacienda central y otros gastos necesarios”, y teniendo en cuenta las necesidades reales del desarrollo social y económico, dichos ingresos de la hacienda central se distribuyeron principalmente como sigue: 8.600 millones de yuanes para incrementar los gastos del rubro especial de transporte (cantidad del aumento de los ingresos derivados del impuesto sobre la compra de vehículos motorizados), 31.000 millones para completar el fondo nacional de seguridad social, 30.000 millones para incrementar los gastos en la construcción básica y 5.200 millones para aumentar los salarios del personal de los organismos administrativos e instituciones públicas. Los sobreingresos de las haciendas locales se utilizaron fundamentalmente para abonar los salarios impagados del personal de los organismos administrativos e instituciones públicas, poner en ejecución la política lanzada en el cuarto trimestre del año 2001 respecto al incremento de los salarios del personal de dichos organismos e instituciones, aumentar los gastos en los subsidios a la seguridad social, garantizar los gastos prioritarios en educación, ciencia, tecnología, agricultura y protección del entorno ecológico, y apoyar la reforma del sistema de circulación mercantil de cereales y otras necesidades de fondos.
Durante la ejecución del presupuesto central del 2001, algunos rubros sufrieron considerables cambios con respecto a lo presupuestado, debido principalmente a los impactos de dos factores: Primero, se implantaron o reajustaron algunas políticas en el transcurso de la ejecución del presupuesto. Por ejemplo, con el objeto de impulsar la demanda interna, el Estado volvió a incrementar, en octubre del 2001, los salarios del personal de los organismos administrativos e instituciones públicas; el Consejo de Estado reajustó el avance de la reforma de los impuestos y tarifas en las zonas rurales de acuerdo con la situación del ensayo de dicha reforma; y se multiplicaron en forma adecuada los índices de devolución de impuestos por motivo de exportación a fin de proseguir la ampliación de esta última. Y segundo, se transfirieron a las haciendas locales en el proceso de la ejecución algunos gastos originalmente propios de la hacienda central, como el caso de los gastos en construcción básica, prospección geológica, cultura, educación, ciencia y sanidad.
La política fiscal activa se aplicó en forma bastante satisfactoria, lo que permitió ampliar y promover la demanda interna. En el 2001, con arreglo a la exigencia de la dirección central, y previa aprobación de la IV Sesión de la IX Asamblea Popular Nacional, el Estado continuó ejecutando la política fiscal activa y emitió bonos públicos de construcción a largo plazo por un valor de 150.000 millones de yuanes, destinados a la construcción de infraestructuras. La inversión procedente de la deuda pública no sólo garantizó la oportuna iniciación y ejecución de importantes proyectos de explotación de las regiones occidentales como los relativos a la línea férrea Golmud (Qinghai)-Lhasa (Tíbet) y la transmisión de electricidad del Oeste al Este, sino que también contribuyó a la finalización de determinado número de importantes proyectos en ejecución. En total acumulado, hasta finales del 2001 se habían abierto al tráfico 25.500 kilómetros de carreteras; se habían construido 4.000 kilómetros de nuevas vías férreas, 1.988 kilómetros de líneas ferroviarias paralelas a las existentes para formar doble vía y 1.063 kilómetros de líneas electrificadas; se habían transformado las redes eléctricas rurales en 1.895 distritos, y se habían programado 781 proyectos de transformación técnica ya emprendidos de las empresas estatales clave con fondos procedentes de la deuda pública para este fin y con interés pagado por la Hacienda.
La política fiscal activa ejecutada durante cuatro años consecutivos ha desempeñado un papel de gran importancia para resistir la embestida de la crisis financiera asiática, contener la tendencia deflacionista, neutralizar la influencia producida por la desaceleración del crecimiento económico mundial y fomentar el desarrollo sostenido, acelerado y sano de la economía nacional. Los hechos demuestran que la decisión del Comité Central del Partido y del Consejo de Estado es del todo correcta. Es verdad que se ha ampliado en cierta medida la magnitud del déficit y deuda de la hacienda central, pero esto ha ayudado a elevar el nivel de la economía nacional en su conjunto y a incrementar con rapidez los ingresos fiscales del Estado. En el 2001, la hacienda central registró un déficit de 259.800 millones de yuanes, que representa un 2,7% del producto interno bruto (PIB), y un saldo de su deuda por valor de 1.560.800 millones de yuanes, o sea, un 16,3% del PIB, porcentajes éstos que se encuentran dentro de los límites de la seguridad. Con el continuo desarrollo de nuestra economía, se elevará aún más la capacidad de la Hacienda de resistir a los riesgos. Por otra parte, siempre hemos seguido muy de cerca los cambios operados en los diferentes índices relacionados y hemos adoptado ciertas medidas favorables para la prevención de los riesgos financieros. En primer lugar, hemos introducido reajustes racionales en la estructura de los plazos de la deuda pública, reduciendo el coste de la financiación y escalonando las fechas de amortización. En segundo lugar, a partir del 2000 hemos incluido en el presupuesto corriente los gastos en concepto de intereses de la deuda pública, separándolos del pago del principal. Y en tercer lugar, hemos reforzado la supervisión y administración de los fondos utilizados para los proyectos financiados con bonos públicos, y hemos implantado el pago centralizado por el tesoro público de los fondos procedentes de la deuda pública para algunos proyectos, en procura de mejorar el rendimiento de su utilización. En cuanto a algunos riesgos latentes de la Hacienda, que obedecen a razones históricas y se han acumulado por largos años, el Comité Central del Partido y el Consejo de Estado les han prestado mucha atención y han tomado las medidas pertinentes para resolverlos paso a paso.