El gobernador de la provincia de Fujian, en el sureste del país, señaló que el gobierno de China seguirá combatiendo la emigración ilegal, intensificando para ello la cooperación con otros países.
"Es necesario reforzar la cooperación internacional para luchar contra ese tipo de delito", destacó Xi en la actual sesión anual de la Asamblea Popular Nacional (Legislativo).
Agregó que ha de castigarse severamente a los "cabezas del serpiente", como se conoce a los jefes de la mafia de la emigración ilegal, y que "hay que despertar a la gente de sus sueños de buscar oro en el extranjero".
Los principales destinos de los emigrantes ilegales chinos son EEUU, Japón, Canadá, Reino Unido y Corea del Sur.
En 2001, la policía china detuvo a 5,151 esos emigrantes en la frontera del país.
Algunos diputados de la APN señalaron que la emigración ilegal perderá terreno cuando crezca la economía nacional y se reduzca la diferencia económica entre China y los países más desarrollados.
