Actualmente hay 14 tipos de impuestos aplicables a las empresas con inversión extranjera, las empresas de capital extranjero y/o los extranjeros, a saber: el Impuesto al Valor Agregado, el Impuesto al Consumo, el Impuesto de Negocios, el Impuesto a la Renta de las Empresas con Inversión Extranjera y las Empresas de Capital Extranjero, el Impuesto a la Renta Personal, el Impuesto de Recursos, el Impuesto de Apreciación de Tierra, el Impuesto de Bienes Raíces Urbanos, el Impuesto al Uso de Placas de Licencia para Vehículos y Barcos, el Impuesto de Estampillas, el Impuesto de Escritura, el Impuesto de Sacrificio de Animales, el Impuesto Agrícola, y los Aranceles Aduaneros.

Los compatriotas llegados de Hong Kong, Macao y Taiwan, los chinos procedentes de ultramar y las empresas con su inversión son gravables tomando como referencia los gravámenes sobre los extranjeros, las empresas con inversión extranjera y/o las empresas de capital extranjero. Con el propósito de estimular la entrada de fondos, tecnologías y personas de valía, China proporciona numerosos tratamientos preferenciales en cuestión de recaudación de impuestos a la parte extranjera, y había suscrito con éxito tratados sobre impuestos con 60 países hasta julio de 1999: Japón, Estados Unidos, Francia, el Reino Unido, Bélgica, Alemania, Malaysia, Noruega, Dinamarca, Singapur, Finlandia, Canadá, Suecia, Nueva Zelanda, Tailandia, Italia, Holanda, Checoslovaquia, Polonia, Australia, Bulgaria, Pakistán, Kuwait, Suiza, Chipre, España, Rumania, Austria, Brasil, Mongolia, Hungría, Malta, los Emiratos Árabes Unidos, Luxemburgo, la República de Corea, Rusia, Papua Nueva Guinea, India, Mauricio, Croacia, Bielorrusia, Eslovenia, Israel, Vietnam, Turquía, Ucrania, Armenia, Jamaica, Islandia, Lituania, Letonia, Uzbekistán, Bangladesh, Yugoslavia, Sudán, Macedonia, Egipto, Portugal, Estonia y Laos; y 51 de dichos tratados han entrado en vigor.