La Fiesta de Primavera, la festividad más importante de China, culmina hoy con la celebración de la Fiesta de Faroles, cuando presenta la primera luna llena del año, un símbolo de lo perfecto en la longeva cultura del país asiático.
La Fiesta de Faroles, que se celebra cada año el 15 de enero del calendario lunar, se trata de un festival de mucha recreación y de larga historia.
Según las tradiciones nacionales, durante esta noche se suelen colocar miles de faroles para que la gente los aprecie y trate de encontrar respuestas a los misterios que guardan, así como comer, junto a sus familiares, los Yuanxiao, albóndigas hechas de harina de arroz glutinoso con relleno dulce.
De acuerdo con las leyendas chinas, en la primera luna llena del año, los antepasados chinos participaban en representaciones y diversiones y ofrecían sacrificios a la diosa de gusanos de seda; cuando caía la noche, la gente colocaba antorchas y candelas en sus patios y huertos para "iluminar gusanos de seda" y "expulsar los ratones", con el fin de lograr una buena cosecha. Según los datos históricos, se puede remontar a la época de la dinastía Han (hace dos mil años). En aquel tiempo se practicaba todas las noches el toque de queda en la capital excepto los días 14, 15 y 16 de enero, cuando se permitía a los habitantes salir por la noche.
A principios de la dinastía Tang (618-907), la Fiesta de Faroles se convirtió en una fiesta oficial de tres días de duración, gracias a la prosperidad económica, cultural y social del país. En esta época, los emperadores y sus familiares también salían para disfrutar de la fiesta, que cada año más de cien poetas realizaban composiciones para la ocasión.
En la dinastía Song (960-1127), cuando los chinos lograron grandes éxitos en la ciencia y tecnología, como la invención de la pólvora, la brújula y la manera de imprimir, el festival se prolongó a cinco días y las actividades festivas comenzaron a extenderse a más regiones del país.
El vidrio coloreado y jade fueron ulitizados en los faroles, que exhibían pinturas de personajes de las leyendas chinas.
A partir de Song, las celebraciones se diversificaron e incluyeron canciones, danzas, marionetas, entre otras representaciones folklóricas. La mayor celebración tuvo lugar en el siglo XV, en la dinastía Ming (1368-1644), cuando la fiesta duraba diez días.
En Beijing, existe hoy día una calle denominada "Feria de Faroles", en la que durante la dinastía Ming se vendían faroles de día y por la noche se exhibían. Las luces iluminaban la calle en la que también había música, acrobacias, danzas del dragón y del león, así como otras representaciones artísticas.
La dinastía Qing (1644-1911) siguió la tradición de Ming, pero las actividades festivas se enriquecieron aún más, añadiendo la carrera de caballos, equitación, fuegos artificiales y espectáculos con faroles ofrecidos por tres mil personas. En el palacio real, también se colgaron faroles lujosos, e incluso los de hielo.
Hoy en día, la Fiesta de Faroles sigue siendo una parte importante de las celebraciones de la Fiesta de Primavera y una ocasión importante para los chinos para divertirse y estrechar los vínculos con la cultura y tradición nacionales.
La gente visita exposiciones de faroles en los parques y jardines, y también degusta "yuanxiao", un comestible hecho de arroz glutinoso de forma redonda y de color blanco relleno de azúcar y sésamo o azúcar y nuez, que simboliza la reunión familiar.
Al mismo tiempo de continuar las tradiciones, la fiesta también dispone de características de nuestra época, utilizando nuevas técnicas y representando la vida diaria de las personas modernas.
(13/02/2006, CIIC)