El Movimiento del 4 de Mayo, que tuvo lugar en 1919, se ha considerado como el manantial ideológico de toda una serie de importantes acontecimientos que sirvieron de punto de referencia a la historia moderna china. Los tratados desiguales impuestos a China luego de la Primera Guerra Mundial fueron su detonante directo. Un vigoroso patriotismo dio lugar a las protestas. Los estudiantes tomaron la iniciativa y diversos círculos sociales de todo el país participaron activamente. Gracias a este movimiento, entraron en China nuevas ideologías, entre las cuales destacó el marxismo, que se propagó rápidamente. En 1921, Mao Zedong y otros 11 delegados de los grupos marxistas de los diversos lugares se reunieron en Shanghai y celebraron el Primer Congreso Nacional. Este Congreso fue el que dio origen al Partido Comunista de China.
Bajo la dirección del Partido Comunista de China, el pueblo llevó adelante la revolución de la nueva democracia y sostuvo una lucha tenaz y ardua durante la Guerra de la Expedición al Norte (de 1924 a 1927), la Guerra de la Revolución Agraria (de 1927 a 1937), la Guerra de Resistencia contra Japón (de 1937 a 1945) y la Guerra de Liberación Nacional (de 1945 a 1949). Durante la Guerra de Resistencia contra Japón, el Partido Comunista de China y el Guomindang combatieron hombro con hombro contra los agresores y juntos conquistaron la victoria. Sin embargo, en 1945, el Guomindang desencadenó una nueva guerra civil. Durante tres años, el Partido Comunista de China dirigió al pueblo en la lucha, hasta conseguir finalmente la victoria y derribar en 1949 al gobierno del Guomindang.