Con la política de reforma y apertura de 1979, la industria china se ha mantenido creciendo a alta velocidad. En 2004, las empresas industriales de propiedad estatal y las de propiedad no estatal con ingresos anuales por concepto de venta superiores a los 5 millones de yuanes reportaron un valor añadido de 5.480.500 millones de yuanes y beneficios superiores al 1.134.200 millones de yuanes, para un crecimiento del 16,7% y del 36%, respectivamente, comparado con el año anterior. Estos parámetros dieron señales de una situación de desarrollo paralelo en velocidad, calidad y resultados. A partir de 1996, China ocupa el primer puesto mundial en la producción de acero, carbón, cemento, fertilizantes de uso agrícola y televisores.
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