Para finales de 2004, China había exportado 74.429 megabits de banda ancha, contaba con 670.000 sitios web (electrónicos), 430.000 dominios inscritos con la terminación CN, 41.600.000 ordenadores conectados a internet, 94 millones de usuarios de internet, para ubicarse segundo en el mundo. En los servicios a través de internet se desarrollan con rapidez la enseñanza, los servicios bancarios, las transacciones en línea, la publicidad, los informativos, los servicios visuales, los envíos postales cobrados, el teléfono IP, los servicios de mensajes cortos, los servicios de personal, de consulta y asesoramiento, recreativos, etc.
La industria informática se ha convertido en la primera industria de China. En 2004, registró un valor añadido de 950.000 millones de yuanes y su escala representa la tercera a nivel mundial. Las cifras muestran que en cuanto a valor de la producción, volumen de venta y beneficios, la manufactura de los equipos electrónicos y de telecomunicaciones ya ha superado a la de las ramas tradicionales, marcha a la cabeza de todos los sectores y ha supuesto la mayor contribución al crecimiento de la economía nacional.
El correo y las telecomunicaciones forman parte importante del sector de la informática. A lo largo de varias décadas de desarrollo, se ha configurado preliminarmente una red nacional, con sus centros en Beijing y en las principales ciudades conectados con amplias zonas urbanas y rurales.
En cuanto al desarrollo de los servicios de telecomunicaciones, China ha creado una red transmisora básica, con cables de fibra óptica como elemento principal, y satélites y microondas digitales como auxiliares; es una red de gran capacidad y de alta velocidad, que cubre todo el país. A finales del siglo pasado, se terminó de construir una red troncal de cables de fibra óptica con ocho líneas verticales (norte-sur) y otras ocho horizontales (este-oeste), que permite la comunicación entre todas las capitales provinciales y ciudades, y entre más del 90 por ciento de los distritos y de los municipios de nivel superior al distrital. Excepto Lhasa, todas las capitales provinciales poseen más de dos líneas de cables de fibra óptica. A finales de 2004, su longitud total era de 3.377.000 kilómetros. En la costa y en las regiones económicamente desarrolladas del interior, ha llegado a los cantones, a los pueblos, a los barrios residenciales y a los grandes edificios, convirtiéndose así en el principal medio técnico de transmisión de la información. Al mismo tiempo, China ha participado en la construcción de varios cables de fibra óptica internacionales, terrestres y submarinos, como los cables submarinos chino-japonés, chino-surcoreano y euroasiático, y los terrestres euroasiático y chino-ruso. El cable de fibra óptica terrestre euroasiático Shanghai-Frankfort, de 27.000 kilómetros de largo, construido por iniciativa china, atraviesa 20 países y es el más largo del mundo. China mantiene servicios de telecomunicación con más de 200 países y regiones.
A finales de 2004, el volumen total de conexiones de las centrales telefónicas locales cubría 647.260.000 abonados, de ellos, 312.440.000 de teléfonos fijos y 334.820.000 de teléfonos móviles. China ocupa el segundo lugar en cuanto a cobertura de redes telefónicas. Las ciudades de nivel distrital y superior disponen de conexiones programadas, para el 99,8 por ciento del total. El número de teléfonos automáticos para llamadas a larga distancia alcanzó los 8.700.000 abonados. En 1987, China inició sus servicios de telefonía móvil. La comunicación mediante teléfonos móvilles (celulares) cubre todas las ciudades grandes y medianas, y más de 2.800 pequeñas y capitales distritales, y ha hecho realidad su “roa-ming” con más de 150 países y regiones.
En la actualidad, la red pública de telecomunicación de datos ha alcanzado ya un desarrollo inicial, teniendo como soporte principal la red de intercambio de datos en paquetes, la red digital de datos, internet por ordenador, la red de telecomunicaciones multimedia y la red de retransmisión marco, que cubren más del 90 por ciento de las ciudades de nivel superior al distrital, y que la convierten en una de las más grandes redes de su tipo en el mundo. Continúan desarrollándose con rapidez las retransmisiones por radio y televisión, que habrán superado los 200 millones de usuarios para finales del año 2005, cubriendo básicamente todas las aldeas del país.