Shenzhou VI, la segunda nave tripulada de China, no tiene la posibilidad de ser alcanzada por la basura espacial aunque unas 500 piezas de escombros en el espacio podrían pasar por la órbita de la nave, señaló hoy un experto local.

Shenzhou VI disfrutarán de un viaje seguro porque los científicos controlan el recorrido de los desechos espaciales, explicó Gong Jiancun, investigador adjunto del centro de investigación y previsión de entorno espacial subordinado a la Academia de Ciencias de China.

Gran cantidad de restos de anteriores naves o satélites flotan en el espacio como resultado de las actividades humanas de los pasados 48 años, lo que supone una gran amenaza para la seguridad de las naves espaciales, informó Gong.

La actual tecnología permite que la nave pueda evitar los 9,600 desechos de más de 10 centímetros, y los de menos de 1 milímetro no afectan a las naves, dijo.

"Sin embargo, no podemos monitorear objetos de entre un milímetro y 10 centímetros", advirtió.

Para evitar la colisión, Estados Unidos requiere que sus naves tengan una maniobra de órbita cuando se detecte un desecho a 25 kilómetros de distancia.

"La distancia de seguridad es de 100 kilómetros para la Shenzhou VI", precisó Gong, por lo que el experto sostuvo que la nave es capaz de resistir el ataque de restos menores de un milímetro.

Además, el sistema de alarma contra basura espacial cuenta con un pronóstico impreciso de tres días y otro más exacto de 24 horas.

Según Gong, las partículas de alta energía y radiación y los meteoros también pueden afectar la nave, pero estos peligros se evitan seleccionando la hora de lanzamiento y con las previsiones, respectivamente.

(15/10/2005, Xinhua)