En 581, Yang Jian, padre de la emperatriz de la Corte Zhou del Norte, tomó el poder político y fundó la dinastía Sui. En 589, Sui eliminó al Reino de Chen, logrando reunificar el norte y el sur del país. En 618, Li Yuan (Emperador Gao Zu), con el apoyo de su hijo, Li Shimin, reemplazó a Sui y proclamó la dinastía Tang (618-907). En 907, Zhu Wen usurpó el trono y cambió Tang por Liang, de ahí que comenzara el Período de las Cinco Dinastías (907-960). Más o menos en el mismo período surgieron nueve reinos pequeños en el sur del país y otro en el norte, por lo que se los llama Diez Estados (902-979).
Durante las dinastías Sui y Tang se obtuvieron muchos logros en lo institucional. Por ejemplo, el sistema de tres ministerios importantes y seis secundarios, el sistema de examen oficial y la ley de dos impuestos tuvieron influencias trascendentales en la posteridad. Durante ambas dinastías, China adoptó una política exterior de considerable apertura, gracias a lo cual hubo intercambios frecuentes con otros países en lo económico y cultural. Con respecto a las humanidades, Tang tuvo mayor éxito en la poesía. Destacaron Chen Zi'ang a comienzos de la dinastía, Li Bai y Du Fu en la época de plena prosperidad, Bai Juyi y Yuan Zhen a la mitad de Tang y Li Shangyin y Du Mu a finales. El movimiento de chino clásico lanzado por Han Yu y Liu Zongyuan fue de importancia trascendental para la posteridad. El arte caligráfico de Yan Zhenqing, las piezas de pintura de Yan Liben, Wu Daozi, Li Sixun y Wang Wei, la coreografía y la música incluida la Danza de bailarinas vestidas con celajes y plumas, así como el arte rupestre de muchas cuevas, fueron transmitidos a tiempos posteriores. En lo que se refiere a la ciencia y tecnología, aparecieron en esta época la imprenta y la pólvora, dos de los cuatro grandes inventos de China.