Una flotilla integrada por tres navíos de guerra de la Armada canadiense partieron de Canadá rumbo al Golfo Pérsico para incorporarse a la coalición liderada por Estados Unidos contra el terrorismo, confirmaron las fuentes militares de Canadá.
El destacamento naval, compuesto por el destructor HMCS Iroquois, el barco de apoyo Preserver y la fragata HMCS Charlottetown, abandonaron el puerto de Halifax con un total de 900 marineros y personal de las fuerzas aéreas.
Otro barco partió de Europa con el mismo destino el 8 de octubre.
La contribución supone el mayor despliegue naval y aéreo del país en la última década, según la fuente.
"Canadá no ha sido nunca una nación que se quede al margen. No hemos elegido esta lucha, pero nos uniremos a ella porque en el bando de la justicia sólo puede producirse un resultado, y éste es la victoria", agregó el primer ministro canadiense Jean Chretien en un discurso.
A la ceremonia de salida asistieron también el ministro de Defensa Art Eggleton, el general Ray Henault, el jefe de estado mayor de defensa y otros funcionarios gubernamentales y militares.
Denominada Operación Apollo, la contribución canadiense a la coalición encabezada por Estados Unidos incluye seis navíos, seis aviones, lo que eleva a dos mil, los soldados canadienses despachados, principalmente para misiones de vigilancia, apoyo y suministro de alimentos y otras labores humanitarias.
Según la fuente, la contribución canadiense podría aumentar si continúa el conflicto a largo plazo.