Al cruzar la densa bruma en el sur de China, un avión aterrizó suavemente en el aeropuerto. Un joven oficial, con charretera de coronel, bajó del aparato y, dirigiéndose a nuestro encuentro, dijo sonriendo: "Bienvenidos a nuestra unidad".
Allí mismo, una fila de aviones de combate de modelos nuevos atraían nuestra mirada.
"¡Qué avanzados son estos aviones!", exclamó un reportero. "¿En qué nivel está nuestro adiestramiento?"
"¡Podemos subir y combatir tan pronto se dé la orden!", contestó confiado este piloto llamado Liu Guosheng, jefe del regimiento de vuelos, señalando las naves plateadas ensordecedoras en las pistas de deslizamiento.
Despegar con fuerza aumentada
Años antes, cuando el primer avión de combate de modelo nuevo tomó tierra en este aeropuerto en el sur del país, el entonces jefe de la división, Li Jianshe, sin poder contenerse de júbilo, corrió hasta el aparato y le dio unas palmadas a las alas diciendo: "Estamos listos desde ya, querido compañero".
Detrás de Li, estaban los aviadores en formación para recibir la nueva nave, trajeados en uniformes de piel y cascos de vuelo blancos y con miradas de confianza... Todos eran los mejores seleccionados de la fuerza aérea china.
Estos hombres, pioneros del cielo azul, emprendieron nuevos saltos en su carrera a través del estudio de nuevas teorías y la práctica en la cabina, tanto en los salones de aulas como en el cielo. Al cabo de un mes se elevaron al aire sin inconvenientes y, pasado un semestre, el primer grupo de escuadrillas asumió la tarea de turno de guardia contra la guerra. Al poco tiempo el regimiento, con capacidad combativa formada, estaba listo para despegar y combatir en cualquier instante.
Un día del verano de 1998, dieciséis aviones de modelos nuevos al mando de Li Chunchao, jefe de la división recién nombrado, volaron más de 1,000 km en un ejercicio de combate con fuego efectivo, de apoyo a una "zona de guerra", donde realizaron interceptaciones aéreas y simularon combates por el aire. Ello marcó una nueva cota en el incremento de la capacidad combativa de esta unidad equipada con aviones de modelos nuevos.
Li Chunchao tenía razón para estar orgulloso del éxito. Sin embargo, no estaba muy preocupado al mirar al cielo. Desde la guerra del Golfo en que desempeñó el primer papel hasta la guerra de Kosovo en que aventajó a las otras armas, la fuerza aérea se había vuelto cada vez más decisiva para la guerra y había tomado sobre sí tareas más complicadas y totales, incluyendo el reconocimiento, la interferencia, la interceptación, el ataque, etc. Siendo dirigente de una unidad de aviones de combate de modelos nuevos, Li no podía sortear los serios desafíos resultantes de los requisitos que la guerra moderna impone sobre la fuerza aérea para las operaciones de alta intensidad y gran dificultad que se desarrollan bajo todas las condiciones climáticas y en toda una región dada.
Así pues, tuvo lugar una serie de adiestramientos intensos, ya en días de nubarrones y lluvias recias, en noches de vientos fuertes, en gobis desérticos de tormentas de arena, o en el Techo del Mundo escaso de oxígeno, así como de volteretas por el cielo en las 24 horas, con vuelos superintensos de seis horas diarias. De este modo, los aviadores realizaron un salto de los adiestramientos técnicos a los tácticos. El aterrizaje nocturno con ayuda de señales de luz, el aterrizaje a través de rutas pequeñas y el aterrizaje simultáneo de dos aviones, que se practicaban anteriormente tan sólo una o dos veces al año, se tornaron el pan de cada día. El regimiento superó con éxito, sucesivamente, las pruebas de disparos a blancos a bajas alturas, a alturas superbajas y a gran velocidad, de bombardeos con proyectiles efectivos, de interceptaciones lejos de la costa y otras pruebas altamente difíciles.
El 20 de marzo de 2000 era un día de nubarrones y lluvias cerradas cuando el regimiento estaba realizando un vuelo a través de la noche. Apenas Luo Jianyu y Lu Wenqing hubieron despegado cinco metros del suelo, brotó fuego del motor izquierdo del avión copilotado por ellos. Apoyándose en su buena psicología y capacidad de reacción a las emergencias, ambos controlaron firmemente el estado de vuelo y lograron aterrizar con un solo motor y por una ruta pequeña y difícil. Todo el proceso, que no pasó de cuatro minutos, fue un milagro creado en la historia de vuelos nocturnos de la fuerza aérea china con el aterrizaje a salvo de un aparato en llamas. El feliz tratamiento del accidente marcó la madurez de los aviadores intrépidos de joven edad que acababan de formar parte del regimiento, así como su encarnación de la sabiduría y el coraje.
Objetivo: subir y vencer en todo momento
Por casualidad, una lluvia torrencial cayó de súbito al tiempo que llegó la orden del mando superior para un vuelo de patrulla. El jefe del regimiento, Kang Weimin, echó un vistazo a la lluvia que no paraba por la ventana y bajó los ojos al mapa meteorológico de la zona de operaciones que estaba pleno de signos de bancos de nubes y tormentas eléctricas y, dando un ademán con la mano, cogió el casco de vuelo y corrió al aeródromo. En un instante el agua le caló la ropa hasta la piel...
De repente los seis aviones de modelos nuevos roncaron con fuerza aumentada y, una vez cobrada la potencia, empezaron a deslizarse para despegar. Mientras las luces de deslizamiento rasgaron la cortina de lluvia, los aviones aplastaron los baches de agua bajo sus neumáticos y se elevaron y desaparecieron en el cielo plomizo, al igual que los buques que dejan atrás las olas del mar furioso.
Hoy día, Kang todavía recuerda perfectamente aquel vuelo de hace dos años en el que puso su vida. Comentó así: "El agua en la pista se movía como un río. La lluvia golpeaba a chuzos los parabrisas. Apenas podíamos distinguir lo que había fuera de la cabina y las señales del suelo. Forzamos el despegue y controlamos el estado de vuelo valiéndonos de las experiencias obtenidas en los adiestramientos de tiempos normales bajo las diferentes condiciones meteorológicas".
Las corrientes de aire fuertes, los bancos de nubes pluviales, las áreas de trueno en la ruta de vuelo hacia la zona de operaciones, todos eran tan peligrosos como caminos que llevaban al infierno. Tras orillar cuatro veces las nubes y reajustar cinco veces la altura del vuelo, el grupo de aviones arribó puntualmente a la zona señalada, la cual estaba igualmente cubierta de nubes densas y donde el cielo y el mar estaban confundidos en uno solo. De sopetón encararon un combate encarnizado con el "enemigo", y los truenos parecieron ser salvas por su victoria.
En menos de dos años, formando unas veces parte del "ejército azul" y otras del "ejército rojo" y cumpliendo ejercicios de técnicas de combate y otros con munición activa, este grupo de escuadrillas poderoso y misterioso sobrevoló toda China, de sur a norte y de este a oeste, dejando el código de su heroica unidad, herencia gloriosa legada por los aviadores de las generaciones anteriores, en el libro de servicios meritorios por las más de 30 acciones militares importantes en las que tomó parte. En los vuelos de prueba de aviones de combate de modelos nuevos, ellos rebasaron los límites de despegue en altiplanicies; en los adiestramientos con temas difíciles, dispararon proyectiles con munición activa con un acierto de cien por ciento; y en los ejercicios asociados, realizaron por primera vez vuelos de patrulla de larga distancia en formación combinada con otros grupos de escuadrillas grandes...
Cierto día del verano de 2000, una avioneta extranjera desviada de la ruta prevista incursionó en el espacio aéreo de nuestro país. Li Mingquan y Jiang Shibao despegaron en seguida pilotando sendos aparatos. El intruso, aprovechando su capacidad de volar a lenta velocidad y a alturas superbajas, recurrió al juego de escondidas, el cual implicaba sumo riesgo para nuestras aeronaves de combate de tipo pesado, tamaño grande y que volaban a alta velocidad. Con ayuda de la supervisión de Jiang desde una gran altura, Li, pegándose a la avioneta incursionadora, planeaba en un radio cerrado cercano al límite, teniendo el objetivo fijamente dentro de su "redada", en una distancia tan corta que incluso podía ver claramente el panel de medidores en la cabina del intruso.
Dándose cuenta del mal percance, la avioneta empezó a huir hacia la orilla del mar, por lo que Li disparó hábilmente una serie de proyectiles de interferencia en su ruta de escapada. Presa de pánico, el intruso se obligó a aterrizar forzosamente junto al mar. La investigación puso en claro que el piloto en cuestión era campeón de un torneo mundial de vuelos de aviones superligeros y llevaba 25 años de experiencia de volar. Al presentar disculpas, no cesó de repetir: "¡Qué excelentes son vuestros aviadores!"
Expectativas del "ejército azul"
Los aviadores en uniformes de colores azul y blanco interpuestos y dotados de la divisa de hombro en forma de escudo con un motivo de avión de nuevo modelo bordado constituyen la primera unidad del "ejército azul" de la fuerza aérea china. Recientemente y en pleno verano, esta unidad, compuesta de aviones de modelos nuevos, ha rivalizado en "combates enconados" con una unidad tras otra del "ejército rojo" en el cielo.
Estos ejercicios tácticos combinados entre el "ejército rojo" y el "ejército azul", en amplia escala y por primera vez en la historia de la fuerza aérea de China, tuvieron por objetivo pasar revista a los nuevos logros de innovación de técnicas de combate obtenidos por las unidades aéreas a partir de los años 1990.
El campo de batalla simulada estaba repleto de humo de pólvora, donde según los requisitos de guerra real se alternaron en oleadas de reconocimientos y antirreconocimientos, interferencias y antiinterferencias, ataques e interceptaciones, combates aéreos más allá del alcance de la visión y combates a quemarropa, interceptaciones de frente a frente entre ambas partes, ataques de seguimiento estrecho, escapadas con técnicas especiales, etc.
El Coronel Primero Fu Shaoyin, comandante del "ejército azul", se muestra muy relajado fuera del puesto de mando. Pero una vez puerta adentro, se pone serio y preocupado. Ya que todas las unidades hermanas del "ejército rojo" son de categoría as, la consigna de "aprender del `ejército azul'" resulta a su parecer un reto abierto. Siendo comandante del "ejército azul", desea sinceramente que el "ejército rojo" en representación de nuestra propia fuerza aérea logre demostrar una superioridad aplastante en la confrontación, pero al mismo tiempo también espera con ansia que el "ejército azul" bajo su mando pueda vencer en los ejercicios de confrontación. Para hacer fuerte al "ejército azul", toda la división, de arriba abajo, no se sabe cuánto sudor y esfuerzos ha puesto en esta tarea. Ellos han estudiado con esmero nuevas teorías de operación, nuevas maniobras tácticas, las funciones y características de los aviones de nuevos modelos, nuevas ideas de combatir, y así sucesivamente.
A través del mar de nubes y del cielo cubierto de humo de pólvora, Fu y los muchachos del "destacamento del ejército azul", valiéndose de su perfecto dominio de las técnicas de combate flexibles y desplegando su capacidad de atacar con rapidez, vehemencia y astucia, han puesto una y otra vez al "ejército rojo" en aprieto. Cada victoria del "ejército azul" es una alegría para Fu, pero quien al mismo tiempo siente una mayor presión. Es así porque sólo un "ejército azul" mejor adiestrado y más fuerte podrá obligar al "ejército rojo" a buscar en sí sus debilidades a través de los reveses y a vigorizarse mediante los fracasos, y sólo a través de la confrontación similar a la guerra real podrá la fuerza aérea china elevar su combatividad y asumir de mejor manera la sagrada misión de defender el espacio aéreo territorial de la patria.
Es precisamente para este propósito que Fu Shaoyin y su "ejército azul" se están devanando los sesos, y también he ahí lo que esperan con pasión de los simulacros de confrontación.
Forjar la As del aire
Actualmente, en las unidades de la fuerza aérea se está desarrollando vigorosamente una campaña de adiestramientos tácticos partiendo de la práctica según los requisitos de dificultad y rigor. Por lo que el Coronel Primero Liu Guosheng, jefe del regimiento, siente alivio, es que muchos nuevos métodos de combate creados por él y sus hombres han sido llevados al cielo y al campo de ejercicio militar por los aviadores de toda la fuerza aérea. Se trata de un caso muy excepcional conocido tanto ahora como en el pasado el que un regimiento haya contribuido con tantos métodos de combate a toda la fuerza aérea y haya hecho tantos avances en lo técnico y lo táctico.
Si comparamos los aviones de combate de modelos nuevos como aves de acero gigantes e inteligentes, entonces los pilotos son quienes explotan hasta el límite el potencial de estas aves y, combinados con ellas, han estrenado episodios conmovedores en el firmamento azul.
En los pasados cinco años, Li Keqiang, ahora de 34 años, fue promovido con excepción de aviador a jefe de disparo del regimiento y de aprobado número uno en el examen de teoría de toda la fuerza aérea a pauta de los aviadores de la misma. Su trayectoria de crecimiento es virtualmente una miniatura del desarrollo de esta unidad aérea de aviones de modelos nuevos.
Para Li no le fue nada fácil llegar a ser un piloto de aviones de tercera generación. Debió leer varios cientos de folletos sobre estos aviones y estudiar y analizar más de cien artefactos de la cabina y cerciorarse de sus funciones a través de vuelos de experimento. Como resultado del duro trabajo de Li y sus camaradas del regimiento, vio la luz el pliego Uso de los equipos de los aviones de combate de modelos nuevos, el cual ha proporcionado un fuerte apoyo técnico a la remodelación de tales naves y al adiestramiento con los mismos. Inmediatamente después, fue editada una serie de seis libros con el título de Ponencias de estudio sobre las tácticas y técnicas de combate para aviones de modelos nuevos y fueron publicados cerca de cien ponencias y artículos de reflexión y comprensión en la revista Aviación y otras gacetas especiales, para su difusión en toda la fuerza aérea.
El dominio de más de 30 técnicas de combate claves, el conocimiento de las funciones óptimas para su uso bajo condiciones diferentes, la formación de una serie de métodos de ataque desde lejos y de lucha a corta distancia, y el nivel de primer orden de subir al aire en cualquier parte del territorio, de llegar a cualquier punto del espacio aéreo y de combatir bajo cualesquier condiciones climáticas, todos estos logros dignos de orgullo marcan el alcance de una nueva altura de nuestros aviadores en su nivel de combatir.
Al modo de ver de Liu, jefe del regimiento y aviador de clase especial, el proceso de estudio de las nuevos métodos de combate es uno lleno de desafíos. Durante años, él y sus camaradas se olvidaron de las vacaciones y aficiones extralaborales y hasta casi de sus familias, que estaban tan sólo a unos centenares de metros de sus oficinas. Desafortunadamente, la esposa de Kang Weimin, jefe del estado mayor del regimiento, murió en un accidente de tráfico. Pero tan sólo un día después de la despedida de sus restos, Kang estaba plantado ya en la línea de despegue. Justamente es este espíritu el que valió una larga lista de nombres en la sala de honor que constituyen el orgullo de los mandos y combatientes de todo el regimiento. Entre estos hombres figuran Luo Jianyu y Lu Wenqing, aviadores beneméritos; Zhu Genyuan, aviador sobresaliente en diez aspectos; Li Keqiang, aviador pauta de la fuerza aérea; Wang Shaohua, estrella de adiestramiento en ciencia y tecnología de la fuerza aérea; y otros. Liu Guosheng, jefe activo del regimiento de aviones de combate de modelos nuevos, comenta no sin orgullo que las cuatro mayores riquezas que tiene en su haber son cuatro cien por cien. Ello significa que de su regimiento, todos los pilotos son aviadores capaces de volar bajo cualquier condición climática, todos los profesores saben enseñar cuatro tipos de fenómenos meteorológicos, todos los aviones pueden volar en grupos de cuatro con uno que es avión guía, y todos los miembros saben redactar ponencias académicas.
"El máximo ideal de un esgrimista es la unión de su persona con la espada. A lo que nosotros aspiramos es a la unión del piloto con el avión. En otras palabras, el avión de modelo nuevo soy yo mismo y en mí está aquél", concluye este Coronel Primero de la fuerza aérea, quien ha pilotado aviones de múltiples modelos.