La Gran Marcha del Ejército Rojo fue una hazaña sin precedentes en la historia mundial, emprendida al no tener otra alternativa ante el revés sufrido en su lucha contra la campaña de cerco y aniquilamiento del enemigo. En aquel entonces, los dirigentes del Partido Comunista de China, que habían adoptado la línea errónea de desviación izquierdista, cometieron el error de fugar en la operación retirada, con la que trataban de romper el cerco y efectuar un desplazamiento estratégico.
Las fuerzas enemigas de persecución del Guomindang llegaron a tener 16 divisiones. Aunque el Ejército Rojo logró algunas victorias, sufrió graves pérdidas. En la batalla del río Xiangjiang, que es la más enconada de todas, el Ejército Rojo pagó alto precio del fracaso. El número total de efectivos, que hasta entonces era de más de 80 mil, se redujo drásticamente a solo algo más de 30 mil. Las graves consecuencias de estos hechos sembraron dudas y descontento entre los efectivos del Ejército Rojo, que sintieron la creciente necesidad de exigir cambios en el cuerpo del comando. Algunos dirigentes que habían apoyado la línea errónea de izquierda, también empezaron a cambiar de actitud. En ese momento crucial, partiendo de la situación real, Mao Zedong propuso que el Ejército Rojo avanzará hacia la provincia de Guizhou, donde las fuerzas enemigas eran débiles. Su propuesta fue aprobada. El 18 de noviembre de 1934, el buró político del comité central del Partido Comunista de China celebró una reunión en que se aprobó formalmente una resolución en tal sentido, lo cual significó el abandono del plan anterior. El 7 de enero de 1935, el Ejército Rojo luego de conquistar Zunyi, una ciudad de importancia estratégica en el norte de Guizhou y luego de un cambio repentino de rumbo, ganando así, la ventaja de deshacerse de las fuerzas enemigas que lo perseguían desde atrás, pudo descansar unos 12 días en Zunyi.
Del 15 al 17 de enero, se celebró en Zunyi una reunión ampliada del Buró Político del Comité Central del Partido, en la cual toda la atención estuvo concentrada en la solución de los problemas decisivos en los terrenos militar y organizativo. En la reunión se criticó con agudeza los errores de fuga en la retirada. Después de un debate enconado, Mao Zedong fue incorporado al Comité Permanente del Buró Político. De hecho, la reunión de Zunyi dejó establecida la dirección acertada del Comité Central del Partido con Mao como núcleo dirigente. En circunstancias sumamente críticas, esta reunión salvó la revolución china. Fue, en realidad, un viraje de decisiva trascendencia en la historia del Partido Comunista de China.
Después de esa reunión, el Ejército Rojo adquirió una nueva vida. Bajo la dirección de Mao Zedong, cambió, con criterio de flexibilidad, la dirección de los ataques, deslizándose entre los grandes contingentes del enemigo. Después, el Ejército Rojo prosiguió su marcha hacia el norte y entró en la provincia de Sichuan, donde se reunió con otra fuerza del Ejército Rojo. Entonces, su número total llegó a más de cien mil efectivos. Al día siguiente de la fusión, el Buró Político del Comité Central celebró una reunión para decidir la orientación estratégica que debía seguirse. El informe de la reunión señaló que nuestra orientación estratégica era concentrar las fuerzas principales para avanzar sobre el norte, aniquilar tropas enemigas en una guerra de guerrillas y crear una base de apoyo. En la zona fronteriza de las provincias de Sichuan y Gansu, se enteraron de que en el norte de la provincia de Shaanxi se había establecido una zona bastante grande de Soviets. El 27, el Comité Permanente del Buró Político decidió formalmente marchar hacia el norte de Shaanxi. A comienzos de noviembre, se reunieron con las tropas del Ejército Rojo que actuaban en la zona de Shaanxi-Gnasu. Desde este modo, la gran marcha que efectuó el Ejército Rojo, recorriendo unos 12,500 kilómetros a lo largo de 11 provincias en toda extensión del país, se constituyó en una contundente victoria del Partido Comunista de China y en una derrota del enemigo.
