"Zhang del Hutong (callejón en beijinés)" se llama Zhang Yujun y nació en Beijing en 1961. Destaca por hacer figurillas de arcilla y reproducir paisajes de calle del viejo Beijing. Debido a que ha vivido largos años en los callejones, ha acuñado un estilo peculiar propios para sus obras, de las cuales la más representativa es Una calle del viejo Beijing.
Beijinés neto por ascendencia
El maestro Zhang dice que ha tomado este oficio sin darse cuenta y no tiene camino de regreso. Su familia, de la etnia manchú, ha vivido en Beijing durante seis generaciones. De niño jugaba y corría en los callejones y viendo y oyendo aprendió las cosas de sabor más que puro de Beijing. "Cuando tenía seis o siete años, ya me fascinaba buscar ladrillos y armar casetas, yo mismo hacía mis juguetes, y mis padres me elogiaban por mi habilidad", recuerda.
Zhang fue diseñador de arte, cocinero, decorador de casa, vendedor de periódicos y corredor de mercancías e incluso abrió un restaurante. "Estos oficios que tuve son una gran ayuda para mi creación actual, porque el arte tiene las raíces en la vida misma", dice.
Zhang también es bueno para caligrafiar y pintar. Le encantan los zaguanes de las viejas casas con patios cuadrados de Beijing. Le duele ver que estas casas son tragadas por los edificios de hormigón armado. "Juré retenerlas, aunque sea tan sólo en el recuerdo de los beijineses. Confeccioné y junté muchos zaguanes de modelos diferentes en miniatura, que resultaban muy bonitos. Entonces me hice a la idea de elaborar 'una calle del viejo Beijing'".
Así nace su calle
En el estudio del maestro hay piezas de caligrafía que cuelgan de las paredes, figurillas de arcilla en las mesas y juguetes atractivos, todos trabajos suyos, hechos con sus propias manos. Pero lo que concita mayor atención es la "calle del viejo Beijing", de encanto especial.
Esta "calle del viejo Beijing", de 100 metros de largo y réplica de la ciudad de los años 1920 y 1930, tiene tiendas de frutas frescas y secas, de pieles y gorros de piel, de cigarrillos, casas de empeño, joyerías, tiendas de curiosidades y arcos de tamaños y formas variados, además de letreros y rótulos diversos. Incluso tiene mercados, casas de té, monasterios, teatros de ópera, casas con patios, postes de cables eléctricos, anuncios y carteles en las paredes, y hasta utensilios para las faenas cotidianas. Y también contiene medios de transporte de los viejos tiempo como rikshas, palanquines, carretas de venta de agua, carreteas de vendedores ambulantes. En fin, no es una exageración afirmar que esta calle es un retrato condensado del viejo Beijing en todos sus oficios y facetas.
Zhang empezó a confeccionar la "calle del viejo Beijing" en 1997. Planea concluir la obra en diez años, incluyendo más de 200 tiendas y más de 20 arcos, y por ahora ha terminado casi tres cuartas partes del trabajo. Antes de la confección consultó un gran número de datos, recorrió muchas calles, grandes y pequeñas, compiló una infinidad de fotos de las calles del viejo Beijing, vio películas viejas y platicó con muchos ancianos, en un intento por dar el sabor más puro del viejo Beijing a los personajes y el paisaje.
Para hacer "una calle del viejo Beijing", Zhang nunca ha dibujado en papel, cuando tiene una cosa pensada pone las manos a la obra, y su material principal es madera. Por otro lado, le gustan mucho las obras del escritor beijinés Lao She (1899-1966), en particular su drama Casa de té. Preparó en especial escena de este drama, tan exacta y vívida que nos transporta al Beijing de la primera mitad del siglo XX.
La policía lo coge por vagamundo
Zhang dice que las palabras que más usa son "creación" y "sentimiento". Dice que no ha aprendido con ningún maestro ni ha estudiado en ninguna escuela de arte, y el mundo mismo es su profesor. Usa soporíficos para dormir, pero duerme tan sólo unas cuatro o cinco horas al día, confiesa. Es tan entregado a su trabajo y tan desarreglado que una vez los agentes de policía se equivocaron cogiéndolo por vagabundo irrestricto. Zhang admite que está soñando despierto y trata de realizar su sueño y también el de otros muchos. Revela que después de terminar la "calle del viejo Beijing", pasará a reproducir las escenas de los dramas del Sr. Lao She.
(10/11/2004,CIIC)