La población de China representa la quinta parte del total mundial, mientras que su tierra cultivada es tan sólo el 7% del mundial. ¿Quién va a alimentar a los chinos? Esta fue una pregunta que preocupaba a ciertas personas del exterior. Los dirigentes y expertos agrónomos chinos contestaron: "Los chinos nos alimentaremos a nosotros mismos".
El rápido desarrollo de la agricultura china se inició en 1978 cuando comenzó la reforma en las zonas rurales. Las medidas principales de esta reforma consistieron en: impulsar el sistema de responsabilidad que tiene como punto clave la contratación de la producción sobre la base de la familia, haciendo que los campesinos recuperaran el derecho al uso de la tierra, dispusieran voluntariamente las labores agrícolas y decidieran el destino de los productos por ellos mismos obtenidos; eliminar el monopolio en la adquisición y la venta de los mismos, liberalizando la mayor parte de los precios de los productos agrícolas y de ocupaciones secundarias; anular numerosas medidas políticas restrictivas anteriores, permitiendo a los campesinos desarrollar actividades diversificadas, establecer empresas a nivel de cantón y de población, movilizando la iniciativa productiva de los campesinos. Esta reforma ha liberado y desarrollado las fuerzas productivas de las zonas rurales, ha impulsado un acelerado aumento de la producción agrícola, en especial de los cereales, y una optimización incesante de la composición de la agricultura, lo que ha permitido a ésta alcanzar notables éxitos.
En la década de los 90 del siglo XX, la agricultura y la economía rural en su conjunto tropezaron con enormes dificultades y serios desafíos. Sin embargo, continuaron desarrollándose a buen ritmo. Entre 1996 y 2000, en el PIB, el monto global del valor añadido de la agricultura alcanzó 7.129.180 millones de yuanes, con una media de crecimiento anual del 3,5%, a precio cotejable. La producción de cereales tuvo buenos rendimientos durante varios años consecutivos. En 2003, debido a la reducción de la superficie cultivada, a serias calamidades naturales y a otras razones, la producción nacional de cereales fue inferior a la del año anterior. Actualmente China ocupa el primer lugar mundial en la producción de cereales, algodón, semillas de colza, maní, carnes, y frutas.
Gracias al incremento de la producción, la posesión per cápita de productos agrícolas ha aumentado de manera notable, llegando en 2003 a 334 kg de cereales, 42,7 kg de carne, 13,6 kg de leche y 36,5 kg de productos acuáticos, superior a la media mundial. En la actualidad, en la mayoría de los productos agrícolas se ha pasado de la escasez en el suministro durante largo tiempo al equilibrio en términos generales, incluso con excedentes en años de buena cosecha.