Por el territorio chino fluyen más de 1.500 ríos, cuyas cuencas superan todas los 1.000 kilómetros cuadrados de extensión. Como en su mayoría nacen en la meseta Qinghai-Tíbet, es muy grande el desnivel de las corrientes entre sus orígenes y sus desembocaduras y, por ende, los recursos hidrográficos de China son muy ricos, con unas reservas estimadas en 680 millones de kilovatios.
Los ríos chinos se dividen en dos grupos: exorreico y endorreico. Las cuencas del primer grupo representan el 64% de la superficie continental nacional. Los ríos Changjiang (Yangtsé), Huanghe (Amarillo), Heilongjiang, Zhujiang (de las Perlas), Liaohe, Haihe y Huaihe discurren de oeste a este para verter sus aguas en el Pacífico. El río Yarlung Zangbo (Yarlung Tsangpo), en el Tíbet, luego de abandonar China, corre hacia el Indico. El Gran Cañón del Yarlung Zangbo es el mayor del mundo con sus 504,6 kilómetros de largo y 6.009 metros de profundidad. El río Ertix, en Xinjiang, discurre en dirección norte, y tras salir del país corre hacia el Ártico. En cuanto al otro grupo, o sea, los ríos interiores o endorreicos, que llevan sus aguas a los lagos o desaparecen en los desiertos o depresiones saladas, sus cuencas ocupan el 36 por ciento de la superficie terrestre del país. El Tarim, que corre a lo largo de 2.179 kilómetros por el sur de Xinjiang, es el río endorreico de mayor longitud.
El Changjiang, con sus 6.300 kilómetros, es el más largo de los ríos chinos y el tercero del mundo, detrás del Nilo y del Amazonas. En su curso superior serpentea por entre altas montañas y profundos valles y de ahí su riqueza en recursos hidráulicos. Constituye también una gran arteria de transporte entre el oeste y el este del país y se conoce como "vía fluvial de oro". Sus cursos medio e inferior son de clima templado y húmedo, con abundantes precipitaciones y tierras fértiles, lo que las convierte en importantes zonas agrícolas.
El Huanghe ocupa el segundo lugar entre los ríos chinos, con sus 5.464 kilómetros. En su cuenca hay hermosos y excelentes pastizales, una agricultura desarrollada y abundantes yacimientos minerales. En ella nació y se consolidó la antigua civilización china.
El Heilongjiang, en el nordeste, mide 4.350 kilómetros, de los cuales 3.101 kilómetros discurren por territorio chino.
El Zhujiang, en el sur, fluye a lo largo de 2.214 kilómetros antes de desembocar en el mar Nanhai.
Además de los ríos, está el Gran Canal Jinghang, cuya excavación se inició en el siglo V antes de nuestra era. Parte de Beijing en el norte y, luego de fluir a lo largo de 1.801 kilómetros, termina en Hangzhou en el sur, y comunica los sistemas hidrológicos de cinco ríos: Haihe, Huanghe, Huaihe, Changjiang y Qiantangjiang.
En el territorio chino encontramos numerosos lagos, como las estrellas que salpican el firmamento. Los cursos medio e inferior del río Changjiang y la meseta Qinghai-Tíbet concentran la mayor parte de ellos. De agua dulce, el Boyang, el Dongting, el Taihu y el Hongze son los más importantes; el Boyang, de 3.583 kilómetros cuadrados de superficie, es el más extenso y se encuentra en el norte de la provincia de Jiangxi. Los lagos de la meseta Qinghai-Tíbet son, en su abrumadora mayoría, de agua salada, como por ejemplo el Qinghai (Mar Azul), el Nam Co (Namtso) y el Siling Co (Silingtso). El Qinghai es el más grande: 4.583 kilómetros cuadrados.