La magia de la mitología griega volverá a Atenas en una espectacular ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos que regresan al país donde nacieron hace 2.766 años.
Centauros, gigantescas estatuas de los dioses, incluidos Atenea y Eros, símbolos ya universales de la historia helena como el caballo de Troya y el agua del mar Mediterráneo, tan presente en la tradición del país, serán los protagonistas de una ceremonia en la que participarán cuatro mil personas.
El imponente estadio olímpico cuya cubierta ha sido diseñada por el arquitecto español Santiago Calatrava será el escenario, a partir de las 20.45 hora griega (17.45 gmt), del espectáculo que se desarrollará durante más de tres horas y culminará con el encendido de la llama en el pebetero olímpico.
Los organizadores han querido guardar celosamente los detalles de la ceremonia para presentarlas con todo su esplendor, pero en los ensayos se pudo descubrir que la mitología griega estará omnipresente, si bien con un toque de modernidad.
El dios del amor Eros sobrevolará el estadio para infundir la pasión a dos bailarines, al tiempo que otras estatuas gigantescas de la mitología helena surcarán los cielos atenienses y actores representarán lo mejor del arte griego.
El agua será otro de los grandes protagonistas del espectáculo. El terreno se inundará del líquido elemento al son de cientos de tambores y entonces surgirá la majestuosa figura de un centauro: mitad hombre, mitad caballo, que lanzará una flecha y ésta se convertirá en un cometa para simbolizar a continuación los cinco aros olímpicos.
Seguidamente, un niño llegará desde el agua a la arena, momento en el que se izará la bandera griega.
"Será un viaje alegórico de la evolución de la mente humana, a través de las esculturas griegas con partida en la mitología hasta llegar a la lógica del pensamiento", explicó Dimitri Papaioannou, creador y guionista del espectáculo.
La puesta en escena de la inauguración contará, según su productor, David Zockwer, con todas las innovaciones tecnológicas, entre ellas una cámara hidráulica de 25 metros de diámetro, enterrada a 23 metros, de la que saldrán distintos objetos.
Los espectadores también participarán en la velada. En cada asiento encontrarán linternas y pequeñas campanas para hacerlas sonar cuando se les indique.
Otro de los momentos álgidos de la ceremonia será el desfile de los 202 países participantes. Grecia, como es tradicional por ser cuna de los Juegos, encabezará la parada, pero también la cerrará al tener esta vez la doble condición de país organizador.
La novedad será el orden, puesto que se utilizará el alfabeto griego. España lo hará en el puesto 67 y las dos Coreas han aceptado desfilar juntas, aunque siguen compitiendo por separado.
Los últimos relevistas es otro de los secretos de la ceremonia. La prensa griega ha apostado que el campeón olímpico de 200 metros Costas Kenteris será el encargado de encender el pebetero.
Además de los discursos de rigor de los organizadores y del presidente del COI, Jacques Rogge, y los juramentos de los atletas y jueces, habrá actuaciones musicales que se mantienen en secreto, aunque está confirmada la del "disc-jockey" holandés Tiesto y parece segura la intervención de la cantante islandesa Bjork.
La seguridad es otra de las obsesiones de los organizadores. En los ensayos se llevó a cabo con éxito la evacuación de 70.000 personas del estadio olímpico al emplearse sólo 17 minutos en la operación.
"La seguridad será un éxito porque tenemos un presupuesto récord (1.200 millones de euros). Tenemos muchas tropas y con una única autoridad, sin divisiones, y tenemos los mejores aliados del mundo dispuestos a colaborar con nosotros. Queremos mostrar al mundo una Grecia moderna y creemos que lo estamos logrando", afirmó la presidenta del Comité Organizador, Gianna Angelopoulos.
Kostis Stefanopulos, presidente de la República, será el encargado de declarar inaugurados los Juegos de la 28 Olimpiada, en un acto al que asistirán entre otras personalidades, la Reina Sofía de España, el ex presidente de Estados Unidos, George Bush, y el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
(13/08/2004, EFE)