Rusia, segunda potencia después de Estados Unidos en los Juegos Olímpicos por largo tiempo, arrojará el guante rotundamente al Tío Sam en Atenas, dado que el año pasado sus atletas actuaron mejor que antes y muchos velocistas americanos se atraparon en problemas de doping.
China, la potencia deportiva emergente que tuvo su mejor actuación olímpica en Sydney con la clasificación de tercero, combatirá duro para mantener su rango en Atenas.
Rusia ganó 26 oros en los Juegos de Atlanta en 1996 y luego 32 en 2000, colocándose dos veces en segundo puesto, precedida de Estados Unidos. Rusia marchará sobre las olimpiadas de Atenas con un fuerte equipo y altas expectativas.
El Presidente del Comité Olímpico de Rusia, Leonid Tyagachev, ha fijado una meta de 30 medallas de oro para sus muchachos en Atenas. Esta meta no estaría a la altura de la de la ex Unión Soviética en los años 1960-80, cuando el país solía tomar 45-50 oros en los juegos de verano.
El eclipse de este gigante deportivo se debe al colapso de la URSS en 1991 cuando ésta se fragmentó en 15 países nuevos, incluyendo Ucrania, cuyos 50 millones de habitantes habían aportado muchos atletas as a Moscú.
Un equipo unificado de las antiguas repúblicas soviéticas se batieron en las olimpiadas de Barcelona 1992, llevándose 45 oros. Sin embargo, el caos económico y los salarios ínfimos obligaron a muchos entrenadores a buscar empleo en ultramar.
Después de Sydney, Rusia ha anotado progresos en varios eventos, especialmente en la pista y el campo. Fue solamente una medalla inferior a Estados Unidos en los mundiales de 2003 en París.
“En los campeonatos mundiales a lo largo de 2003, nuestros atletas tuvieron más triunfos y capturaron más medallas que cualquier otro país en el mundo", dijo Tyagachev.
“Entiendo que algunos de los atletas de cima mundial no se comportaron en su mejor nivel en el año pre-olímpico, pero jamás este hecho me hace optimista sobre nuestras perspectivas en Atenas", añadió.
Las estadísticas muestran que en los últimos tres años, las marcas de Rusia en todos los eventos de los Juegos Olímpicos fueron mejores que las de Estados Unidos. En 2003, Rusia rebotó alto en la pista y el campo y la natación, lo cual le dio mayor confianza para retar a los americanos en Atenas.
Por otra parte, en sus eventos tradicionalmente fuertes, tales como la lucha, el boxeo, las vallas, el ciclismo, los clavados, la gimnasia rítmica, la natación sincronizada y el tiro, Rusia vio el año pasado a sus deportistas estrella actuar de maravilla como nunca. No sorprendería ver a la elite rusa quedarse con un oro tras otro en estos eventos en Atenas.
Rusia se desconcertó un poco el año pasado en la gimnasia, un evento fuerte suyo por tradición. Los rusos tomaron tan sólo un oro en los mundiales celebrados en Estados Unidos donde China ganó cinco.
En fin, la aspiración de Rusia a 30 oros en Atenas es una meta discreta. Pero esta táctica la solía usar antes de cualesquier olimpiadas.
Frente a la creciente amenaza de Rusia, Estados Unidos ha puesto apuesta en sus estrellas de natación para ganar más medallas como sea posible. El joven Michael Phelps, quien está dispuesto a igualar o superar el récord olímpico de siete oros de Mark Spitz en las olimpiadas de 1972, encabeza a un poderoso equipo americano de 44 miembros.
Phelps, de 19 años, participará en el nado de 200m estilo libre, el nado mariposa y ambos tipos de nado de estilos combinados, más tres relevos en un intento por emular o incluso mejorar el logro sin paralelo que obtuvo Spitz en los Juegos de Munich 1972.
Siete integrantes del equipo, seleccionados en las pruebas olímpicas de EE.UU. que terminaron hace poco, son detentores de marcas mundiales: Ian Crocker (100m mariposa), Brendan Hansen (100m y 200m pecho), Lenny Krayzlburg (100m dorso), Aaron Peirsol (200m dorso) y Phelps (200m mariposa, y 200m y 400m individuales de estilos combinados) para los hombres; Amanda Beard (200m pecho) y Natalie Coughlin (100m dorso) para las mujeres.
Otra espina dorsal de Estados Unidos, que otrora ganó oros en la pista y el campo, se ha debilitado puesto que cuatro velocistas, entre ellos el plusmarquista mundial de 100m Tim Montgomery, se enfrentan con posibles prohibiciones de toda la vida. Marion Jones, ganador de tres oros y cinco medallas en total en Sydney, está sometido a la investigación de la Agencia Anti-Doping del país.
En Sydney, la natación y la pista y el campo contribuyeron con 25 oros a Estados Unidos. En Atenas, el destino de los americanos dependerá de su actuación en estos dos eventos hasta cierto punto.
China, que hizo época subiendo al tercer puesto en Sydney con 28 oros, afronta el problema de cómo repetir o rebasar su previa gloria.
Después de los Juegos de Sydney, China elaboró un plan a largo plazo para reforzar su capacidad en la natación y la pista y el campo, dos deportes que contienen muchas más medallas que los otros. No obstante, sus logros en ellos aún están lejos de las expectativas hasta ahora.
Las nadadoras chinas encabezadas por Luo Xuejuan demostraron sus destrezas en el nado mariposa, el nado de estilos combinados y el nado de relevos de estilos combinados en el campeonato de Barcelona del año pasado, pero su forma ha fallido en ser la mejor este año.
Liu Xiang, la estrella en ascenso en la carrera de vallas de 110m para caballeros en los últimos años, ha tenido varias medallas en la arena atlética mundial, incluyendo el bronce en los Mundiales de París 2003. Aventajado escasamente por el velocista de vallas as de Estados Unidos, Allen Johnson, en Roma el 2 de julio, Liu elevó para China la esperanza de un oro en la pista y el campo en Atenas.
En un intento por mantener el tercer puesto en el total de oros, China aún necesita apoyarse en aquellos eventos tradicionales donde lleva la ventaja, tales como el tenis de mesa, el bádminton, el tiro, la gimnasia, los clavados, el levantamiento de pesas y el yudo femenino.
Los tenismesistas de China se quedaron con todos los cuatro oros en Atlanta y Sydney, y sus badmintonistas también ganaron cuatro oros en Sydney. Así que no tienen otra alternativa que mantener la supremacía en Atenas.
Gracias a la excelente actuación de Xiong Ni, los clavadistas chinos cosecharon cinco oros en Sydney, pero nadie está seguro de si sus nuevas puntas de lanza Tian Liang y Guo Jingjing podrían repetir la gloria o ir más lejos en Atenas.
Las pesistas chinas have jurado tomar todas las cuatro medallas de oro en Atenas, justo como lo hicieron en Sydney. Pero su ventaja ya no es tan grande como cuatro años antes.
Los gimnastas chinos, quienes se adueñaron de cinco oros en los mundiales el año pasado, anhelan hacer lo mismo en Atenas, emulando la gloria rusa de cinco oros en Sydney.
Como los atletas chinos ya dieron de sí lo mejor posible en los eventos aventajados en Sydney, es poco probable que rompan el límite. Si ellos logran estar en buena forma en Atenas, China se embolsará al menos 20 oros en sus eventos ventajosos. Y si la suerte le sonríe, quizá ganará hasta 25 o más oros.
Los Juegos de Atenas, programados para los días 13-29 de agosto, contará con la asistencia de 10.500 atletas procedentes de 201 países y regiones, lo cual es un récord sin precedentes, además de atraer a cientos de miles de espectadores y una audiencia global de 4.000 millones de televidentes.
Previsión Olímpica: El Super Dan se fija el oro como meta olímpica
Lin Dan, campeón de toda Inglaterra que se elevó en cinco meses a las filas máximas del mundo desde el No.15, se ha fijado la medalla de oro como meta en los Juegos Olímpicos de Atenas.
Lin, de 21 años y 176 cm de estatura, nació en la provincia de Fujian, sur de China. Este badmintonista zurdo empezó su entrenamiento a los cinco años de edad, ingresó al Club del Ejército a los 12 y fue escogido como miembro del equipo nacional a los 18. Con sus pies firmes por excelencia y reacción rápida, juega principalmente a la defensiva en la cancha, pero con golpes súbitos y precisos.
Desde el pasado mes de septiembre, Lin se ha hecho de cinco títulos en una serie de partidos abiertos de bádminton de la Federación Internacional de Bádminton (FIB), a saber, el Abierto de Dinamarca, el Abierto de Hong Kong, el Abierto de China, el Abierto de Suiza y el Abierto de Toda Inglaterra. Incluso le dieron el título de “Super Dan" después del Abierto de Suiza 2004.
En la Copa Thomas 2004, jugando como el primer hombre de los singles de caballeros, Lin aplastó a todos los concursantes con que se encontró, sin perder siquiera un set. Ha ocupado el lugar número 1 en el mundo por casi seis meses, dejando largamente atrás a su compatriota Chen Hong en segundo lugar.
¿Cómo ha podido este badmintonista más joven de China emerger del anonimato al liderazgo en apenas dos años?
“Como jugador audaz, Lin exhibe un instinto tremendo en la cancha, convirtiendo su potencial en una maestría de talla mundial", comentó su entrenador Zhong Bo.
Lin Dan, sin embargo, atribuye su éxito al entrenamiento duro y afirma que este adiestramiento con las destrezas básicas le ha valido la inteligencia y las técnicas que posee ahora.
Li Yongbo, entrenador jefe del equipo nacional de China, elogia las dos habilidades únicas de Lin Dan: una es su extraordinaria comprensión y uso de las tácticas en la cancha, y la otra es su saque rapidísimo, el cual quizá no tuviera parangón en sus coetáneos.
En contraste con sus predecesores, Lin Dan gusta de exhibirse en la cancha. Se lo considera un hombre frío por su pelo tieso y cuello rectangular.
Cuando tiene la victoria a la vista, a menudo da palmadas en su raqueta, esperando aplausos de los espectadores, y quitarse la camiseta después del triunfo es su gesto reservado.
Aunque se impuso en la serie de Abiertos de la FIB, el Super Dan nunca ha ganado un título mundial u olímpico. Las olimpiadas de Atenas le serán la mejor oportunidad para hacer valer su talento y adjudicarse el honor más codiciado.
(06/08/2004, CIIC)