Recientemente, unas mil antílopes, animal de protección estatal de primera categoría, regresaron a su hábitat con sus bebés recién nacidos bajo la escolta de la policía armada y la de tráfico.
Cada verano, los antílopes distribuidas en las diversas reservas naturales acuden, después de mucho recorrido, a Hoh Xil y otros sitios para parir, y un mes más tarde, vuelven a su hábitat con sus bebés, tomando la carretera Qinghai-Tíbet. Este año, debido a que la carretera se encuentra en período de reconstrucción y ampliación, hay mucho ruido y mucha luz, factores ambos que obstaculizan la migración del animal. Con el objetivo de que éste pueda pasar la carretera con tranquilidad, se dejó temporalmente la obra, tiraron las banderas coloridas que podrían causarles pánico y pusieron un control de tráfico temporal. Hasta ahora, 1.000 antílopes han atravesado el sitio de construcción y han vuelto a su hábitat sano y salvo.
(CIIC)