En el Oeste de China, territorio extenso y con poca población, había un lugar de caza furtiva de los antílopes. Y ahora ya no se ven las figuras de los cazadores que solían aparecer en estas zonas. Según la estadística del análisis de los organismos competentes, el número de antílopes en la actualidad se estabiliza en unos 70.000 ejemplares, y va a aumentar paulatinamente si se emprende de manera continua y eficaz la lucha contra la caza ilegal en las reservas naturales y si se mantiene la actual situación del ambiente vital en dichas zonas. La gamuza es una especie única de China, es un animal sometido a protección estatal de primera categoría que vive principalmente en las tres reservas naturales de la montaña Altun de Xinjiang, Hoh Xil de Qinghai y Qiangtang de Tíbet, con una superficie total de 600.000 kilómetros cuadrados.
En la década 80 del siglo pasado, la gamuza fue incluida en la lista de protección de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, en el cual se establece que es ilícita toda actividad de caza o comercio relacionado con la gamuza.
Sin embargo, durante los pasados 20 años, la gamuza venía siendo cazada ilegalmente por lo fino y suave que es su pelaje, material para fabricar un tipo de mantón de moda y de alta categoría denominado “shatoosh”, que se vende en las mejores casas de moda del mundo con un precio de más de 10.000 dólares cada uno, que significa el sacrificio de entre 3 y 5 antílopes.
Conociendo la fototaxis nocturna de los antílopes, los cazadores avanzadamente equipados las cercan por la noche con varios vehículos todo terreno, encienden los faros y matan a aquéllas que corren hacia la luz, e incluso matan en gran escala a las hembras en los lugares de parto, provocando que los recién nacidos mueran de hambre.
Desaparecen unas diez mil antílopes cada año por la caza brutal. Los cazadores quitan la piel y la transportan al extranjero para obtener fabulosas ganancias. La caza cruel ha disminuido la cantidad de los antílopes a unas 50.000. Desde el año pasado, el gobierno chino ha fortalecido el trabajo de lucha contra la caza furtiva y la protección del hábitat en las tres reservas naturales de la montaña Altun de Xinjing, Hoh Xil de Qinghai y Qangtang de Tíbet, hábitat principal de este animal, y ha establecido un organismo especial de seguridad pública forestal. En las tres mencionadas reservas naturales, se han detenido a más de 500 cazadores, se han requisado unos cien fusiles de pequeño calibre, y unos 20 cazadores fueron condenados a diez años de prisión. Recientemente, al recoger noticias de estas tres reservas naturales, hábitat único en el mundo de los antílopes, animal en peligro de extinción, un periodista vio que diversos animales salvajes corren libremente en el campo extenso, ya no existen las escenas de feroz combate entre los ejecutantes de la ley y los cazadores que solían aparecer en el pasado. Desde el pasado verano, cuando el equipo de patrulla, protección e inspección de la reserva natural de la montaña Altun guardaba el lugar de parto, por primera vez en muchos años no descubrieron evidentes cazas furtivas. En la reserva natural estatal de Hoh Xil de Qinghai se han organizado en este mismo año unas 20 giras de inspección en las zonas cuya mayoría es cubierta todo el año por nieve y con 4.000 metros de altura sobre el nivel del mar. Después de detener a un grupo armado de cazadores, no han descubierto hasta el momento presente caza furtiva de los antílopes. Estas tres zonas también van a realizar patrullas conjuntas y utilizar medios tales como el internet para potenciar la supervisión y el control informáticos de las actividades relacionadas con la gamuza.
Wang Dehui, subdirector del Departamento General de Protección Natural y Ecológica de la Dirección Estatal de Protección Ambiental, dijo que gracias a los esfuerzos incansables del gobierno chino en la lucha contra la caza furtiva y a la activa cooperación de la comunidad internacional, la gamuza, que sufría una brusca disminución por la caza ilegal, podrá recobrar sus fuerzas.
Según el análisis y la estadística de organismos prestigiosos, el actual número de antílopes se han estabilizado en unos 70.000 ejemplares, cifra que va a subir de manera paulatina si en las reservas naturales se despliega de modo continuo y eficaz la lucha contra la caza furtiva y si se mantiene la situación actual del ambiente de subsistencia. Según información de la Oficina de Administración de la Importación y Exportación de las Especies Amenazadas de China, y bajo los múltiples esfuerzos del gobierno chino y las organizaciones internacionales de protección de animales, incluido el Fondo Internacional para el Bienestar de los Animales, son considerados ilegales por la India la fabricación del pelaje de la gamuza y el comercio de “Shatoosh”. Los países de Inglaterra, Francia, Italia y EEUU cooperan dinámicamente, detectando gran cantidad de “Shatoosh” en el comercio ilegal, acción que ha ayudado a mejorar considerablemente el ambiente internacional en relación a la protección de la gamuza.
Las organizaciones de protección de animales también han hecho muchos esfuerzos en la protección del hábitat de la gamuza. El Fondo Internacional para el Bienestar de los Animales ya invirtió de manera acumulada una cantidad de 300.000 dólares para la protección de la gamuza de China, dinero que ha sido empleado en la adquisición de excelentes equipos que urgen las reservas naturales, tales como transistores, teléfono por satélite y localizador por satélite, garantizando el feliz cumplimiento de las actividades de lucha contra la caza ilegal.
(CIIC)