La agencia de noticias Xinhua publicó el sábado un artículo titulado "Quién está construyendo barreras a la paz entre los dos lados del Estrecho (de Taiwán)?", condenando a los Estados Unidos por su intervención militar y la venta de armas a la provincia china de Taiwán en medio siglo.

Estados Unidos empezó a instalar una barrera militar en la década de 1950, cuando su Séptima Flota entró en el Estrecho de Taiwán. Recientemente, el gobierno de EE.UU. acordó un paquete de venta de armas multimillonario a Taiwán, incluyendo destructores clase Kidd, ocho submarinos de motor a diesel y 12 aviones caza submarinos P-3C.

En las últimas cinco décadas, Estados Unidos ha venido trabajando arduamente para erguir una peligrosa barrera militar en contra de la paz entre las dos orillas del Estrecho de Taiwán, señala el artículo. Y critica el Acta de Relaciones con Taiwán de 1979, diciendo que viola la ley internacional y los acuerdos establecidos por EE.UU. con China.

El Comunicado Conjunto firmado el 17 de agosto de 1982 entre EE.UU. y China estipula que Estados Unidos debía suspender su venta de armas a Taiwán desde hace mucho, pero vendió a Taiwán 150 aviones caza F-16 con valor de seis mil millones de dólares USA en septiembre de 1992, y armas avanzadas con valor de 1.870 millones de dólares en tres series de ventas de armas en el 2000.

Las ventas de armas de EE.UU. a Taiwán en las últimas cinco décadas son actividades intencionalmente hostiles y realizadas ante la oposición de China, subraya el artículo. Durante ese período, Taiwán recibió 95 por ciento de sus armas nuevas de los Estados Unidos.

Desde el establecimiento de las relaciones diplomáticas con China hace 21 años, los Estados Unidos han vendido armas a Taiwán a través de 47 contratos con un valor total superior a los 40.000 millones de dólares USA.

Las ventas de armas indican que la prolongada separación y confrontación son parte de la estrategia global de EE.UU. y responde a sus propios intereses.

Las ventas de armas de los Estados Unidos a Taiwán no son ni legales ni razonables, comenta Xinhua, señalando que, durante años, el gobierno y el pueblo chinos han manejado sus relaciones con ese país norteamericano de acuerdo con las normas y las leyes internacionales, pero las apelaciones de China, con base en la paz, la razón y la justicia, nunca se han encontrado con una respuesta razonable.

China anhela la paz y la nación china nunca ha sido agresiva, subraya el artículo. Explica que la negativa del gobierno chino a comprometerse a abandonar el uso de la fuerza es una respuesta a la brutal interferencia de fuerzas extranjeras.

Reiteró la política básica del gobierno chino de "reunificación pacífica y un país, dos sistemas", e insistió en sus llamados para la realización de negociaciones entre las dos orillas del Estrecho sobre la base del principio de Una Sola China.

La prolongada confrontación a través del Estrecho de Taiwán ha dañado al pueblo chino de ambos lados del Estrecho, así como al pueblo estadounidense, dice el artículo, advirtiendo que el volumen anual de comercio entre China y EE.UU. tendrá grandes pérdidas.