Cada familia de Tianjin SOS Children's Village tiene de cinco a ocho niños, que se llaman hermanas y hermanos entre sí.

En tanto que el reloj en su cocina llegaba a las 6 de la tarde, Li Jiao estaba ocupada haciendo pasteles de calabaza, el último de cuatro platillos para sus seis niños.

“Me encanta estar con los niños, especialmente con los más pequeños, quienes dependen de mí como si yo fuera el mundo para ellos” dijo Li, una delgada mujer de 30 y tantos años.

Preocupada por la seguridad de los alimentos, Li siembra elote y vegetales en la SOS Children's Village en Tianjin.

La antigua maestra de preescolar dejó su ciudad en la provincia de Hubei para convertirse en una “madre asistente” hace unos tres años.

Ella era una candidata perfecta para el trabajo: soltera (es divorciada) y sin hijos.

China obtuvo el cuidado basado en un modelo de familia de SOS Children's Village International, una organización no gubernamental que se originó en Austria en 1984. Está basado en mujeres solteras que cuidan de huérfanos o niños abandonados saludables.

Existen 10 SOS Children's Village en la China continental, que dan empleo a más de 140 mamás SOS y unas 50 madres asistentes.

Sin embargo, no está claro si Li y otros cuidadores podrán continuar con su trabajo, ya que SOS Children's Village International planea terminar el financiamiento a China en 2016.

Matthias Scholz, un vocero de la ONG, culpa las dificultades del financiamiento en los principales países occidentales donantes debido a la crisis económica mundial, como una razón principal para su retiro.

Scholz también señala las fortalecidas finanzas del gobierno chino en medio del rápido desarrollo económico del país.