La crisis del smog pone a prueba el límite de la paciencia del pueblo
El pueblo chino tradicionalmente ha exaltado la virtud de digerir alimentos amargos o la capacidad para soportar las vicisitudes sin quejarse. Una señal apropiada de su tenacidad para alcanzar un objetivo pese a las dificultades extremas es el caracter chino que indica perseverancia formado por un cuchillo suspendido encima del corazón. Sin embargo, respirar un aire contaminado ha incomodado al más fuerte de los fuertes de todos ellos puesto que se ha convertido en parte de su vida cotidiana y no ven la luz al final del túnel.