(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – China es en estos momentos el segundo mayor consumidor mundial de productos de lujo, los cuales si bien en el pasado eran intangibles para sus ciudadanos, hoy forman parte de la vida de las familias comunes, en especial de los jóvenes, que cada vez se sienten más atraídos por estos artículos.
El mercado de productos de lujo se concentra fundamentalmente por tanto en la juventud, como lo demuestra un informe de la Asociación Mundial del Lujo (AML), que señala que la edad promedio de los consumidores de lujo de China es 15 años inferior a la de Europa y 25 años menor que la de EE. UU. Pero si el nivel de consumo del país no alcanza todavía al de los países occidentales, ¿por qué los jóvenes chinos se sienten tan atraídos por la suntuosidad?
“En los próximos 3 o 5 años, los jóvenes serán los principales consumidores de artículos de lujo en el país”, comentó Ouyang Kun, jefe ejecutivo de la Oficina Representativa de China de AML. En la actualidad, las personas entre 25 y 28 años, cuyos ingresos mensuales rondan los 10.000 yuanes, representan la mitad del mercado de compradores de objetos fastuosos del mercado nacional, mientras en Europa y EE. UU. estos clientes se concentran entre las personas de unos 40 años de clase alta. La edad mínima de los principales clientes de artículos de valor de China bajó de los 35 años, en 2007, a los 25 años, en 2010.
“Aunque los consumidores más jóvenes están en China, son sus padres quienes pagan sus caprichos”, comentó Ouyang. En Occidente, sin embargo, los clientes que adquieren este tipo de bienes son económicamente independientes y satisfacen sus deseos con recursos propios.
No ocurrió igual en China, donde las dos primeras generaciones de empresarios dedicaron la mayor parte de sus esfuerzos a su carrera empresarial y no dispusieron de tiempo para regalarse objetos suntuosos. En cambio, esas mismas personas hacen hoy grandes gastos en sus hijos: les compran el mejor celular, la mejor mochila y la mejor pluma desde que están en la escuela primaria.
Esta tendencia responde en lo fundamental a las comparaciones que establecen los jóvenes entre sí sobre identidad, riqueza familiar y estatus social. En Occidente, pocos padres compran a sus hijos objetos lujosos, no así en China, donde los progenitores ricos no escatiman en gastos para que sus hijos disfruten de toda la fastuosidad posible.
Yi Shaohua, sub-investigador de la Academia Nacional de Estrategia Económica de la Academia de Ciencias Sociales de China, opina que debido a que hace relativamente poco tiempo que los artículos de gran valor económico entraron en el mercado chino y al pobre crecimiento de los ingresos, la psicología del consumo de los ciudadanos no ha madurado aún y no pueden considerar racionalmente las compras. Compran compulsivamente y siguen los pasos de otras personas.
Además, agrega, la influencia de los auncios, actividades y reportajes publicitarios sobre los artículos de lujo, hace que la gente, especialmente los jóvenes, adore estos productos y los compre con mucha tentación.
Otro fenómeno a tener en cuenta es que muchos jóvenes llevan con frecuencia una vida frugal con el propósito de ahorrar dinero para comprar luego bienes lujosos, una conducta nada aconsejable. Estos jóvenes, señaló Ouyang, están todavía en una edad en la que no pueden crear valores, pero han comenzado a utilizar el valor de una manera incorrecta y con el tiempo perderán la dinámica para crear valor. Desafortunadamente, este concepto podrá transcender algunos años o décadas.
Por eso, toda la sociedad debe orientar a los jóvenes para que adquieran una conciencia racional sobre el consumo de artículos de lujo. Si una persona no cuenta con suficientes ingresos, pero consume tales productos, no solo se perjudicará a sí misma, sino también a otras personas y al resto de la sociedad.