Según la teoría general de la evolución, el ser humano nace de los antropoides. ¿Pero sí existe la posibilidad de que en el proceso de evolución, habíamos pasado un periodo en el agua? Siempre hay un pequeño grupo de evolucionistas que sostienen esta opinión. ¿Por qué algunas personas apoyan esta teoría pese a que no parece razonable?

Cuando la tierra ya no sea adecuada para los mamíferos, el ser humano no sería el primer grupo de vivos que selecciona vivir en el agua. Hace 70 millones de años, los seres vivos gigantescos entraron en el agua, sus patas traseras se convirtieron en colas y así que transformaron en ballenas. Hace 50 millones de años, los bueyes marinos con el tamaño similar tuvieron el mismo proceso. Hace 25 a 30 millones de años, los seres vivos con un tamaño de oso desarrollaron aletas en el agua, y en realidad, son los leones marinos y focas. Muchos otros animales también pueden vivir tanto en el agua como en la tierra, por ejemplo, los castores e hipopótamos. Pero esto no significa que la evolución humana es igual.

¿Por qué algunos creen que el ser humano ha vivido en el agua? Uno de las pruebas que poseen es que en la superficie del cuerpo humano no hay vellos. La superficie del cuerpo de los animales primates como gorilas y monos está cubierta por los vellos espesos. ¿Por qué el ser humano no es así? El espesor de los vellos de los primates machos afecta si pueden atraer a las hembras para el apareamiento. Si se considera que el ser humano ha vivido en el agua, será fácil la explicación. Es muy lisa la superficie corporal de las focas y otros animales marinos, y la figura de aerodinámica les permite el movimiento fácil en el agua. El cabello no es un problema para el ser humano cuando está en el agua, por eso se conserva. Además, si una madre amamanta a su bebé en el agua, éste puede agarrar el cabello. Debido a la pérdida de los vellos, la grasa subcutánea ayuda a conservar el calor. La grasa de otros primates se acumula en el abdomen, por su parte, los brazos, piernas y cara del ser humano también pueden acumular la grasa, lo cual es otro fundamento de la evolución.

Otra evidencia consiste en que el ser humano camina erguido (si los cuatro miembros tocan la tierra, no es suficiente alto para que la cabeza salga del agua), que es insensible el olfato, que los bebés nacen capaces de nadar, que evolucionan el oído y la capacidad de distinguir los sonidos del ser humano, entre otros.

El tiempo cuando el ser humano entró en el agua es aproximadamente 4 millones de años atrás, época en la que la subida del nivel del mar causó la disminución de la extensión de los bosques, y los antropoides entraron en el agua para sobrevivir.

 También hay muchas personas que se oponen a la teoría de “simios marinos”. La razón principal es que todavía no se han encontrado los fósiles humanos en el agua. Aunque son muchas las demás evidencias, no sirven para nada. Los hipopótamos y focas, animales sin vellos en la superficie del cuerpo, mueven muy ágilmente en el agua, pero el animal más experto en la natación es el rinoceronte de Sumatra, con muchos pelos. Además, muchos jabalís también nadan muy bien.

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