La palabra “cavernícola” tiene generalmente connotaciones sobre una época primitiva remota; sin embargo, hoy día en China todavía hay un gran número de cavernícolas que viven en cuevas, e incluso el líder Mao Zedong, vivía en una cueva de Yan´an, ciudad al norte de la provincia occidental de Shaanxi donde concluyó la Gran Marcha. El periódico estadounidense ‘Los Angeles Times’ informó que por el momento al menos entre 30 y 40 millones de chinos residen en cuevas habitables. Esta construcción requiere de bajo consumo energético y es amigable con el medio ambiente.

Varias generaciones de familias han vivido en estas cuevas habitables, equipadas generalmente con las modernas instalaciones como electricidad y comunicaciones. Debido a la utilización de materiales naturales y el pleno aprovechamiento de los paisajes existentes, la construcción de una cueva habitable necesita menos materiales que la de una vivienda normal. Además, las cuevas aisladas del exterior son muy eficientes en cuanto al ahorro energético.

Liu, director del Centro de Investigación de Construcciones Ecológicas de Xi´an, dijo al periódico ‘New York Times’ que los campesinos chinos excavan en las laderas para construir sus casas y así pueden ahorrar tierras para cultivar.

En la Meseta de Loess, en la provincia de Shaanxi, existen muchas cuevas habitables. Cada una tiene una entrada semicircular, cubierta por hierbas o mantas. Dentro hay una habitación en forma de arco, con gran profundidad, vaciada en las montañas. De acuerdo con un documental de televisión de 2007, muchas cuevas habitables en la provincia de Henan han sido abandonadas por las nuevas generaciones.

Sin embargo, ahora no pocos extranjeros se interesan mucho por las cuevas habitables de China. Una investigación del periódico Los Angeles Times reveló que el alquiler de una caverna equipada con instalaciones modernas alcanza 30 dólares (190 yuanes) por mes, y el precio de venta de una caverna de tres habitaciones bien equipadas llega a 46.000 dólares (290.000 yuanes). No obstante, muchas cuevas habitables no se alquilan o venden, sino que son heredadas como un patrimonio.