Con la ley del hijo único aún en vigor en China, las parejas con el derecho de tener un segundo hijo legal podrían “vender” ese derecho al gobierno para distribuirlo a parejas que no lo tegan, según propuso un diputado de la Asamblea Popular Nacional el pasado 4 de marzo.
Li Xinghao, de la provincia de Guangdong, sur de China, dijo que el gobierno debe crear un departamento para recoger las solicitudes de parejas que quieran recunciar a su derecho de un segundo hijo y las que quieran tener un segundo hijo pero no cuenten con este derecho debido a la política de planificación familiar de China.
En tal caso, el Gobierno requeriría a las parejas que quieran un segundo hijo que paguen a las parejas que recuncian a su derecho una suma equivalente al seguro social básico y otros beneficios, como la matrícula universitaria para el primer hijo de la pareja.
Li no dio cifras, pero la suma total sería inferior a todos los costos involucrados con tener un segundo hijo ilegalmente. La pareja que renunciase a su derecho podría recibir los beneficios desde el Gobierno. Además, insistió que su idea podría ayudar a las familias pobres.
De acuerdo con la Ley de Población y Planificación Familiar de China, una pareja puede tener un segundo hijo sólo bajo algunas condiciones, por ejemplo, si ambos cónyuges son hijos únicos o si el primer hijo padece una enfermedad no hereditaria. En algunas zonas rurales, a las parejas se les permite tener un segundo hijo si el primero es una niña. Igualmente, las minorías étnicas también pueden tener un segundo vástago.
En Shanghái, cada cónyuge de una pareja que tenga un segundo hijo “ilegal” tiene que pagar tres veces el ingreso promedio en el año anterior – en la actualidad es 36.230 yuanes (5,752 dólares) – y si los ingresos reales de un cónyuge son mayores que la multa, ésta se calcula sobre el ingreso real. Los funcionarios del gobierno también se enfrentarán a una sanción administrativa, que podría costarles su puesto de trabajo.
“Las parejas compuestas por funcionarios del gobierno no se atreven a tener un segundo hijo ilegal”, dijo Li. “Las personas que tienen hijos ilegítimos son principalmente gente con elevado poder adquisitivo o bien campesinos, que se empobrecen al tener más hijos. Así que mi propuesta es factible”.
He Youlin, otro diputado de la APN de la provincia de Guangdong, dijo que la solución del problema actual de China de una tasa baja de natalidad y una creciente proporción de personas mayores fue la renovación de la política de planificación familiar. Sin embargo, dijo que tener un hijo es un derecho humano fundamental y no debe ser transferido.
La propuesta de Li se ha convertido en un tema candente en el ciberespacio chino. Algunas personas no están de acuerdo con él, aduciendo que esa práctica podría dar lugar a problemas éticos y jurídicos, como que los ricos no sólo compren las cuotas de las parejas pobres, sino que también dañarían su autoestima.
“Es una sugerencia ridícula. ¿Significa que las familias que no desean tener otro hijo pero tienen el derecho pueden vender tanto los derechos de sus dos hijos como recibir un bono doble?”, un internauta comentó en el microblog de Li. Sin embargo, algunas personas a las que actualmente no se les permite tener un segundo hijo, dan la bienvenida a esta idea. “Sería ideal para las parejas que tienen empleos decentes, pero no son capaces de dar a luz a los niños en el extranjero”, según otro comentario.