Por Abhimanyu Singh* (chinadaily.com.cn)
(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – Los idiomas son más que un medio de comunicación. Son un reflejo singular de la visión del mundo de las personas que lo hablan, un vehículo de expresión cultural y un depósito del sistema de valores de quienes lo dominan, en el que se enmarca su identidad. Tal vez es el más humano de los rasgos del hombre. Cómo somos está estrechamente relacionado con el o los idiomas que hablamos.
El lenguaje es esencial para el progreso continuo y el bienestar de cualquier sociedad y la supervivencia de una lengua es fundamental para nuestra propia supervivencia. Sin embargo, en el siglo XXI la diversidad lingüística del mundo está seriamente amenazada por la creciente marea de la globalización económica y cultural y las tecnologías emergentes. Según el “Mapa de la Unesco de los Lenguajes del Mundo en Peligro de Desaparición”, casi el 43 por ciento de las 6.000 lenguas que se hablan actualmente en el mundo está en riesgo de extinción.
El sistema de educación juega un papel determinante en la extinción, supervivencia y desarrollo de los idiomas, que junto a las referencias culturales compartidas son la base de la transferencia de conocimientos en el sistema educativo. Sin embargo, a millones de niños se les enseña cada día en lenguas diferentes a la materna, por lo que necesitan hacer un esfuerzo para entender los conocimientos que se les trasmiten. Debido a ello, desde hace mucho tiempo la Unesco aboga por el uso del idioma materno en el sistema escolar, sobre todo en la educación primaria. Las investigaciones respaldan la tesis de que una base sólida de la lengua materna es fundamental para el desarrollo cognitivo y ayuda a aprender otros idiomas.
Desde el año 2000, cada 21 de febrero se celebra el Día Internacional de la Lengua Materna, proclamado por la Conferencia General de la Unesco en noviembre de 1999 con el objetivo de promover la diversidad lingüística y cultural y el multilingüismo. Este acontecimiento, que en 2012 tuvo como lema “Instrucción de la lengua materna y la educación inclusiva”, puso de relieve la importancia de la lengua materna desde la perspectiva del derecho a la educación y alentó a los Estados miembros de la organización a promover la enseñanza y la educación en la lengua materna.
Es en la lengua materna en la que los individuos expresan sus primeras palabras y pensamientos. Por lo tanto, es generalmente esta la que se habla con más fluidez. Cognitivamente, la lengua materna es una herramienta fundamental que cada niño utiliza para entender el mundo. Culturalmente, es una expresión fundamental de la historia y la identidad.
A menudo, las personas más desfavorecidas de un país son aquellas cuya lengua materna es diferente al idioma nacional, lo que genera problemas en muchas áreas: educación, salud, disparidad de ingresos, riesgo de explotación, exposición a peligros ambientales, acceso al sistema legal, etc. Las políticas que promuevan la diversidad de las lenguas maternas pueden contribuir a mantener la unidad de un país, mientras que aquellas políticas monolingües intransigentes terminan por provocar una división social.
Los Gobiernos y las organizaciones de desarrollo deben tener en cuenta el lenguaje cuando involucren a las personas, en lugar de abrazar una política lingüística de “talla única”; como expresa el eslogan del Año Internacional del Lenguaje de las Naciones Unidas: “¡Los idiomas cuentan!”
Ese precepto es uno de los puntos que la ONU tiene en cuentan para el cumplimiento de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), adoptados en 2000 por su Asamblea General con el objetivo de erradicar la pobreza extrema y las privaciones antes de 2015.
Los idiomas son importantes en la lucha por la eliminación del analfabetismo y facilitan un mejor aprendizaje, como destaca el movimiento global de Educación para Todos en el fomento de la apertura hacia la diversidad y la tolerancia hacia otras culturas, lo cual es esencial para construir sociedades inclusivas y para la paz y el entendimiento mutuo en las áreas de conflicto interétnico. De hecho, el papel de las lenguas en la educación, la cultura y la economía de cualquier sociedad es demasiado importante como para ser ignorado.
Experiencias documentadas en todo el mundo demuestran que los niños aprenden mejor cuando se les enseña en su lengua materna en sus primeros años como escolar. Sin embargo, con demasiada frecuencia, se encuentran niños fuera de sus países de origen en las aulas de las escuelas, aprendiendo en un idioma que no reconocen. Los niños deben de aprender sin esfuerzo en la escuela de idiomas sin apoyo adicional. Por lo general menos del 15 por ciento de los niños son capaces de hacerlo y lograr marcas aceptables, pero la mayoría no lo hace. Mientras ellos están físicamente en la escuela, la barrera del idioma les impide lograr un aprendizaje efectivo.
Para los niños que hablan cualquiera de las lenguas minoritarias, el aprendizaje en su propio idioma en sus primeros años como estudiante no es un lujo, sino un derecho fundamental de acceso a las oportunidades educativas. Además, su capacidad para aprender un segundo o más idiomas se determina por la fuerza de los fundamentos lingüísticos de su lengua materna. Por lo tanto, el aprendizaje en la lengua materna es la mejor manera de favorecer el aprendizaje de la lengua nacional.
Como hogar de 56 etnias, China cuenta con una gran diversidad de grupos étnicos, culturales y lingüísticos. La población de las minorías étnicas representa casi el 8,5 por ciento de la población total del país. El compromiso de China con la educación en lengua materna, en particular con las minorías étnicas está contemplado en sus políticas lingüísticas, las cuales permiten a cada comunidad utilizar su propio dialecto, al tiempo que impulsan el dominio de la lengua nacional, el chino mandarín. El Gobierno considera el “multilingüismo” como una estrategia eficaz para el desarrollo basado en la cultura y la formación de una sociedad armoniosa. Así está plasmado en el recientemente formulado Plan de Reforma de Medios y Educación a Largo Plazo de 2010-2020.
La Unesco apoya los esfuerzos de China de promover la lengua materna y la educación bilingüe y multilingüe en todos los niveles de la enseñanza como medio de promoción de la igualdad social y de género, mejorando la calidad de la educación y la diversidad cultural y lingüística. La celebración anual del Día Internacional de la Lengua Materna en el país desde 2006 se ha convertido en un acontecimiento importante para la promoción de la lengua materna y la educación multilingüe, que defiende la diversidad cultural y el intercambio de mejores prácticas, tanto nacionales como internacionales.
Esta celebración brinda una oportunidad a todos para reflexionar sobre la importancia vital de la lengua para nosotros mismos, para nuestras naciones y para el mundo.
Por ello debemos apreciar la diversidad cultural, aprender otros idiomas y compartir nuestro lenguaje con los demás, pero no olvidar nunca el valor intrínseco de la lengua materna de cada persona.
*El autor es director y representante de la Oficina de la Unesco en Beijing.
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