Ya estamos en el año 2012, ¿Vendrá el fin del mundo? Asumiendo que este día llegara mañana, ¿Con quiénes preferirías pasar las últimas horas? Según una encuesta, el 90 por ciento de los encuestados optaron por estar junto con sus familiares: sus padres, hijos y cónyuges.
La Fiesta de la Primavera, tradición de larga historia de China, se está acercando y toda la familia regresará a casa desde todos los rincones del país (o del mundo) para reunirse y felicitarse. Sin embargo, ahora cada vez más gente no quiere pasar la fiesta en su propia casa.
Los jóvenes chinos se muestran cada vez más indiferentes hacia la concepción del hogar. Una encuesta de hace unos años revelaba que más del 30 por ciento de los “cuellos blancos” (trabajadores de oficina) de Pekín, capital de China, no pueden recordar la fecha de cumpleaños de sus padres, y más del 70 por ciento de los mismos, que viven con sus padres en una misma ciudad, vuelven a casa 5 veces como máximo. Incluso el 90 por ciento afirmaba no querer vivir con sus padres ni comunicarse con ellos ni sus hermanos, ni contar siquiera con su apoyo, y están más dispuestos a comunicarse con los amigos.
En 2010, más de 1,2 millones de parejas se casaron, comprometiéndose a vivir felices juntos hasta la vejez. Al mismo tiempo, más de 1,96 millones de parejas se divorciaron. En los primeros tres meses de 2011, más de cinco mil familias se desintegraron al día en China. El índice de divorcios en Pekín, Shanghái, Guangzhou y Shenzhen superó el 35 por ciento, entre los cuales la mayoría fueron jóvenes nacidos después de 1980.
En el proceso de mercantilización, industrialización e informatización, las familias chinas son cada vez más pequeñas. Aumenta el número de solteros, parejas que conviven sin casarse, separaciones, divorcios y parejas sin niños. Algunos lo consideran la fragmentación de la familia. Ha pasado el tiempo en que varias generaciones vivían con armonía bajo un mismo techo, y ahora los jóvenes se vuelven más libres, solos e independientes.