Resumen: Unas pestañas ideales deben ser largas, espesas y rizadas, además de uniformemente repartidas en el abanico del ojo. Sin embargo, en la mayoría de los casos, las pestañas no se adaptan a ese ideal, como atestigua el hecho de que el 21% de las mujeres que participaron en un estudio reciente aseguraron estar descontentas con sus pestañas.
Las pestañas, fundamentales para la salud ocular y uno de los elementos más característicos de la belleza femenina, tienen descontentas a ocho de cada diez mujeres en el mundo. Al menos, eso asegura el 21% de las más de 2.000 mujeres que han participado en un estudio de la compañía Lancôme en que se las invitaba a valorar el grado de conformidad con sus pestañas. Las pestañas, que actúan como barrera para evitar que objetos extraños entren en los ojos y atenúan también el impacto de la luz sobre los mismos, son más valoradas por la mayoría de las mujeres por su valor estético. Así, unas pestañas ideales deben ser largas, espesas y rizadas, además de uniformemente repartidas en el abanico del ojo.
Sin embargo, en la mayoría de los casos, las pestañas no se adaptan a ese ideal, y son en muchos casos indisciplinadas como las cabelleras de sus dueñas, irregulares (con huecos, especialmente en la esquina interior del ojo), rígidas (sin curva y normalmente dirigidas hacia abajo, tapando el ojo), cortas, poco densas y débiles, o de un tono demasiado claro que se confunde con el tono de la piel y las vuelve invisibles.
Mientras que el tipo de pestañas irregulares y rígidas son muy comunes entre las mujeres orientales (las irregulares también entre las afroamericanas), las de colores demasiado claros lo son más entre las mujeres caucasianas. Por lo que respecta a las pestañas débiles, poco densas o cortas, en muchos casos es posible que se deban a un problema en la alimentación, por ejemplo de falta de vitaminas, ya que, al igual que el pelo, las pestañas se ven afectadas por este tipo de factores, y crecen, se debilitan y se caen como el resto del cabello.
Para solucionar estos problemas, las compañías de cosméticos han sacado al mercado multitud de productos para pestañas, como tintes, postizos, rizadores y productos que las alargan y fortalecen, además de la clásica máscara de pestañas y los imprescindibles productos desmaquillantes. Lo más novedoso: unos cepillos vibradores que estimulan el crecimiento natural de las pestañas.