RÍO DE JANEIRO, 11 abr (Xinhua) -- El Gobierno brasileño anunció hoy las reglas que deberán valer para la polémica educación domiciliaria, en la que las familias pueden educar a sus hijos en casa sin necesidad de ir a la escuela.

La llamada "homeschooling" fue prohibida el año pasado por la Corte Suprema hasta que no hubiera una legislación al respecto, por lo que pasó a ser una de las prioridades del Gobierno de Jair Bolsonaro tras llegar a la Presidencia.

La propuesta deberá ser aprobada ahora por el Congreso mediante un proyecto de ley, y cuenta con una férrea oposición de los profesores y entidades colegiales del país.

Según anunció Bolsonaro, aquellas familias que quieran educar en casa a sus hijos tendrán que comunicarlo en una plataforma virtual del Ministerio de Educación (MEC) y deberán presentar un plan pedagógico individual, detallando la forma en la que se harán las clases, así como un plan anual de las clases a ser realizadas.

Igualmente, todos los menores que estudien en casa deberán someterse a pruebas, realizadas por el MEC, al menos una vez al año.

La Asociación Nacional de Educación Domiciliaria calcula que actualmente unos 15.000 menores estudian en casa en Brasil, cifra muy pequeña dentro del universo de 48 millones de estudiantes que hay en el país.

En declaraciones a Xinhua, Leonadro Begouci, del grupo Nueva Escuela, destacó que "se trata de una reivindicación antigua de los grupos religiosos, aunque no, aunque es una medida que reduce el derecho de los niños y niñas a una educación plena para atender las convicciones de los padres".

Según Begouci, "la educación en casa aísla a los niños, es algo muy perjudicial para la formación integrada de los menores en un mundo en el que cada vez se exige más capacidad de colaboración y de convivir con la diversidad".

En el mismo sentido se expresó César Calegari, miembro del Consejo Nacional de Educación, para quien "la mayor parte de las familias no tiene condiciones para elaborar proyectos pedagógicos, que van a acabar siendo distribuidos a las familias por parte de instituciones religiosas y políticas sectarias".

"La falta de convivencia con la diversidad es una de las principales desventajas de la educación domiciliaria y que puede suponer prejuicios a la formación del individuo. Tampoco hay mecanismos de acompañamiento ni orientación para los padres ni alumnos que opten por este modelo educacional", destacó Calegari.

El experto resaltó que "la homeschooling existe en cerca de 60 países, pero la realidad y la cultura de Brasil es distinta. No sirve de nada copiar el modelo que hay en otros países e instalarlo aquí, es diferente, otra realidad".

"Claro que hay familias que son capaces de hacer una buena educación en casa, pero el tema de la convivencia con los otros, acaba siendo fundamental. La diversidad de compañeros que hay en la escuela o en el instituto, es riqueza para el individuo y algo que no tendrá en casa", subrayó.

Leonardo Debouci agregó que "las escuelas cada vez más apuestan por una mayor convivencia, fomentar los debates y el intercambio de opiniones entre los alumnos, ver que existen posiciones distintas. Todo esto es fundamental en la formación de cualquier individuo".

La propuesta del Gobierno contempla que si el alumno que estudia en casa suspende la prueba anual, deberá hacer una recuperación. En el caso de suspenderla dos veces, el alumno será excluido del modelo domiciliario y deberá volver a la escuela.

El proyecto también abre la posibilidad de que instituciones privadas ofrezcan al estudiante en educación domiciliaria evaluaciones formativas a lo largo del año lectivo. Fin