RIO DE JANEIRO, 9 jul (Xinhua) -- Brasil logró ampliar el número de niños y adolescentes que van a la escuela, aunque todavía hay 1,95 millones de menores de entre 4 y 17 años fuera del sistema educativo, según un informe divulgado hoy.

Los datos, dados a conocer en un acto en Sao Paulo coincidiendo con la presencia de la activista y Premio Nobel de la Paz paquistaní Malala Yousafazai, muestran que Brasil no cumplió la legislación vigente, que establece que en 2016 el país tenía que universalizar el acceso a la educación preescolar y a la educación secundaria.

En la educación preescolar, un 91,5 por ciento de los niños entre 4 y 5 años no estaban matriculados en 2016. En 2014, cuando el Plan Nacional de Educación (PNE) entró en funcionamiento, el índice de asistencia escolar era del 89,1 por ciento y había 604.000 niños fuera de la escuela. En 2016, la cifra bajó a 450.000 niños y niñas. Los datos de 2017 sobre ese nivel de enseñanza todavía no están disponibles.

Sobre la educación básica, la asistencia escolar de los niños de entre 6 y 14 años alcanzó el 97,8 por ciento en 2017, nivel que se considera prácticamente universalizado. Aún hay, sin embargo, 600.000 niños y adolescentes en ese rango de edad fuera de la escuela. El PNE estima que ese índice alcanzará el 100 por ciento hasta 2024.

Además, Brasil también tendría que universalizar el acceso a la educación para estudiantes de entre 15 y 17 años, que deberían estar en la escuela secundaria -muchos están todavía en primaria-. En ese rango de edad, el acceso llegó al 91,3 por ciento en 2017 (hay 900.000 adolescentes fuera de la escuela y que no concluyeron la educación básica).

A diferencia de la educación infantil, en la cual la oferta es el mayor obstáculo para la inclusión, el abandono escolar predomina entre los adolescentes. "Esos adolescentes asistieron la escuela y se separaron en algún momento de la trayectoria escolar. Parte de los que están en la escuela acaban abandonándola antes de que termine el año escolar", asegura el Ministerio de Educación.

Aprobado en 2014, el PNE establece metas y estrategias para mejorar la educación, desde el nivel preescolar hasta los estudios de posgrado. Aunque el plan deberá cumplirse hasta 2024, el plazo para la universalización tanto de la preescuela como de la educación secundaria terminó en 2016.

Si se mantiene la tendencia de crecimiento, apunta el informe, Brasil deberá cumplir las metas previstas en el PNE entre 2018 y 2020. Fin