WASHINGTON, 19 jun (Xinhua) -- Las chinas Sunway TaihuLight y Tianhe-2 siguen ocupando los dos primeros lugares como las supercomputadoras más rápidas del mundo, mientras que la estadounidense Titan fue desplazada al cuarto lugar por un modelo suizo actualizado, según la última edición de la lista semestral TOP500, publicada este lunes.

La Sunway TaihuLight, descrita por TOP500 como "de lejos, la máquina de cálculo más potente del mundo", mantiene el liderazgo desde junio pasado, cuando destronó a la Tianhe-2, que hasta entonces y durante tres años seguidos había sido la más veloz.

Esto significa que una supercomputadora china ha encabezado nueve veces seguidas las clasificaciones hechas por investigadores de Estados Unidos y Alemania.

La Sunway TaihuLight, con un desempeño de 93 petaflops, fue totalmente desarrollada con procesadores diseñados y hechos en China.

"Esto demuestra la capacidad china de investigar de forma independiente en el área de las supercomputadoras", dijo a Xinhua Haohuan Fu, subdirector del Centro Nacional de Supercomputación, donde está instalada la Sunway TaihuLight.

Explicó que el país asiático "está desarrollando simultáneamente tecnologías de 'hardware' y de 'software' para supercomputadoras".

"Esperamos que el rápido desarrollo de la tecnología de 'hardware' nacional, apoyada por 'software' también nacional, conduzca a una mayor capacidad en cuanto a investigación e ingeniería en muchos campos, promoviendo así la modernización industrial y, eventualmente, un desarrollo sostenible de la industria china de supercomputación".

La Tianhe-2, con un rendimiento de 33,9 petaflops, se basa en chips Intel, cuya venta a cuatro instituciones de supercomputación chinas está prohibida por el Gobierno estadounidense desde 2015.

En la última lista de TOP500, el tercer lugar lo ocupó la versión actualizada de la suiza Piz Daint, instalada en el Centro Nacional Suizo de Supercomputación.

Su actual rendimiento de 19,6 petaflops desplazó al cuarto lugar a la Titan, una máquina que se encuentra en el laboratorio nacional estadounidense de Oak Ridge y cuya capacidad de 17,6 petaflops sigue siendo la misma desde que fuera instalada en 2012. Fin