China lanzará su sonda lunar Chang'e-3 a las 01:30 del lunes en el Centro de Lanzamiento de Satélites de Xichang, anunció hoy sábado la oficina de lanzamiento de la misión.

Se tratará de la primera vez en que China envía una nave espacial a realizar un aterrizaje suave en la superficie de un cuerpo extraterrestre y a llevar a cabo investigaciones en la Luna.

Las instalaciones en el lugar del lanzamiento se encuentran en buenas condiciones y las preparaciones para el lanzamiento se desarrollan favorablemente, según la oficina.

La sonda se pondrá en órbita a bordo de un cohete portador Gran Marcha-3B mejorado, de más de tres metros de diámetro y 56,4 metros de alto, y constituirá el 25º lanzamiento para este modelo de cohete, el más poderoso de la flota Gran Marcha.

Los ingenieros han utilizado tecnologías de dirección y control de alta precisión, múltiples ventanas estrechas de lanzamiento, un sistema de transmisión para la detección remota y han reducido el peso muerto del cohete, indicó Cen Zheng, comandante en jefe del sistema de cohetes de la misión.

La Chang'e-3 cuenta con un módulo de aterrizaje y un vehículo lunar llamado "Yutu" (Conejo de Jade). La sonda lunar aterrizará en la Luna a mediados de diciembre, si todo va según lo planeado.

Entre las tareas de Yutu se encuentran topografíar la estructura geológica de la Luna, analizar las sustancias de su superficie y buscar recursos naturales.

Hasta el momento, sólo EEUU y la antigua Unión Soviética han logrado un aterrizaje suave en el único satélite natural de la Tierra.

Tras entrar en la órbita lunar, la Chang'e-3 experimentará seis etapas de deceleración para descender hasta la superficie lunar desde una altitud de 15 kilómetros.

Los procesos de aterrizaje suave de las naves espaciales no tripuladas de EEUU y la antigua Unión Soviética no tenían capacidad de planear o evitar obstáculos. La Chang'e-3, por otro lado, puede estudiar con precisión los accidentes geográficos en la zona de aterrizaje e identificar los puntos más seguros para alunizar.

Con el fin de posarse sobre la superficie de forma rápida, la sonda está equipada con sensores de alta precisión y respuesta rápida que analizan sus movimientos y los alrededores. El motor de propulsión variable (completamente diseñado y realizado por científicos chinos) puede generar hasta 7.500 newtons de fuerza.