La nave espacial tripulada de China Shenzhou-10 completó con éxito un acoplamiento manual con el laboratorio orbital Tiangong-1 a las 10:07 horas de hoy domingo, informó el Centro de Control Aeroespacial de Beijing.
El Shenzhou-10, lanzado el 11 de junio desde el desierto Gobi, en el noroeste de China, llevó a cabo un acoplamiento automático el 13 de junio, cuando los tres astronautas a bordo de la nave entraron en el módulo espacial.
A las 08:26 horas del domingo, la nave espacial fue separada manualmente del Tiangong-1.
Después de que el Centro de Control Aeroespacial de Beijing examinara la nave espacial y el módulo de manera remota, el Shenzhou-10 se acercó al módulo, con el astronauta Nie Haisheng manejando la nave espacial y los otros dos tripulantes, Zhang Xiaoguang y Wang Yaping, monitorizando los instrumentos y asegurándose de que la nave se mantenía en la trayectoria correcta.
A las 10:00 horas, la nave espacial tomó contacto con el Tiangong-1 y se conectó a él siete minutos después.
De acuerdo con el programa de la misión del Shenzhou-10, los astronautas volvieron a entrar en el módulo espacial hacia las 13:09 para realizar experimentos científicos.
Shenzhou-10 es la quinta nave espacial tripulada de China. La misión actual es la primera orientada a la realización de pruebas y experimentos desde que el país inició su programa espacial tripulado en 1992.
China es el tercer país del mundo, después de Estados Unidos y Rusia, que dispone de la tecnología y las técnicas necesarias para llevar a cabo operaciones de encuentro y acoplamiento, así como para proveer de personal y material a un módulo en órbita a través de diferentes métodos de acoplamiento.
Los procedimientos de acoplamiento realizados anteriormente entre una nave espacial de tipo Shenzhou y el módulo espacial incluyen dos acoplamientos automáticos de la nave espacial no tripulada Shenzhou-8 en 2011 y un acoplamiento automático y otro manual de la nave espacial tripulada Shenzhou-9 en 2012.
El laboratorio espacial Tiangong-1 lleva más de 600 días en órbita, donde permanecerá otros tres meses.
El módulo está considerado como el primer paso hacia la construcción de una estación espacial permanente, que según las previsiones oficiales debería completarse en 2020.