Una nueva marcha de estudiantes de secundaria chilenos en las calles de esta capital derivó hoy en enfrentamientos con la policía, que repelió con gases lacrimógenos y chorros de agua la manifestación que intentaba tomar un recorrido no autorizado y que para colmo tuvo una baja convocatoria por la lluvia.

La Intendencia (alcaldía) de Santiago había autorizado el recorrido de la marcha por la avenida costanera al río Mapocho, pero los estudiantes trataron de abrirse paso por Alameda, la principal arteria de la ciudad, pero el intento fue impedido por fuerzas especiales de la policía que utilizaron escudos, carros lanza agua y gases lacrimógenos.

A diferencia de protestas anteriores, la de hoy tuvo una baja convocatoria porque el clima no contribuyó a la causa de los estudiantes, pues una fuerte lluvia sobre Santiago desde el día anterior había causado inundaciones en varios sectores de la ciudad.

Por ello, la marcha convocada por la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces) y la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones) reunió a no más de 10.000 personas, según los organizadores (600, según Carabineros) que bloquearon el tránsito en Plaza Italia, donde coinciden varias avenidas importantes.

Moisés Paredes, vocero de la Cones, criticó a las autoridades municipales por no permitir el recorrido de la marcha y también fustigó al gobierno del presidente Sebastián Piñera por no responder a sus demandas de educación gratuita y de calidad en el país.

"Hemos visto cómo la sordera y la autocomplacencia que mostró el presidente Piñera en su Cuenta Pública del 21 de mayo, refleja el actuar de toda una élite política que no quiere realizar las reformas que el país necesita", afirmó Paredes.

La vocera del Aces, Isabel Salgado, explicó que con esta manifestación "hacemos el emplazamiento al gobierno y a la clase política a que se hagan cargo de la educación".

Expuso que es necesario que "se entienda la educación como un derecho, que necesitamos cambiar la administración de los colegios públicos (desmunicipalización) y que se acabe el lucro en la educación, y reformar la enseñanza técnico-profesional".

A la manifestación también acudieron dirigentes universitarios como Andrés Fielbaum, vocero de la Confederación de Estudiantes Universitarios de Chile (Confech).

"Con las rejas que se ven aquí en la avenida Alameda, queda claro que no hay un intento por cuidar el orden público, (sino) tornar invisible nuestra protesta y así ocultar el gran fracaso de este gobierno en materia de educación", aseguró Fielbaum pocos minutos antes de que iniciaran los disturbios.

Los enfrentamientos más importantes ocurrieron en la facultad de derecho de la Universidad de Chile, cerca del lugar de inicio de la marcha, donde un grupo de manifestantes radicalizados protagonizaron choques violentos con la policía.

Todo el sector de Plaza Italia y la ribera del río Mapocho se vieron cubiertos por gases lacrimógenos, mientras automovilistas esperaban a que se abrieran las calles.

En tanto, la policía chilena procedió a detener a todo joven que se encontrara en las inmediaciones de la manifestación, mientras organismos de derechos humanos trataban de constatar que no se incumpliera la ley en los arrestos.

Según el diario local "La Tercera", hasta el momento se reportan cuatro carabineros lesionados y al menos una treintena de personas detenidas.

Desde el 2011 los estudiantes secundarios y universitarios chilenos organizaron grandes manifestaciones para demandar una educación pública, gratuita y de calidad; peticiones que no fueron escuchadas por el gobierno del Sebastián Piñera.

Dirigentes estudiantiles señalaron en días pasados que durante junio próximo emprenderán más movilizaciones, pero esta vez como una forma de influir en las elecciones presidenciales de noviembre, luego de que sus demandas ya son parte de los programas de algunos candidatos de la oposición. Fi