"La nave de China se convertirá en un genuino transbordador tripulado capaz de viajar entre el espacio y la Tierra. Este equipo está en capacidad de llevar seres humanos a las estaciones o laboratorios espaciales. La misión Shenzhou-IX será un paso significativo en la historia de los vuelos espaciales tripulados del país", destacó Zhou Jianping, diseñador jefe del programa.
En los próximos días, los científicos efectuarán pruebas de operación a la astronave y el cohete, así como tests conjuntos a los astronautas, la nave, el cohete y los sistemas en tierra, agregó.
Shenzhou-IX y su cohete portador fueron trasladados a Jiuquan a principios de abril pasado.
Tiangong-I, o Palacio Celestial-I, lanzado el 29 de septiembre del año pasado, fue bajado a la órbita de acoplamiento a comienzos de este mes, y está operando normalmente, de acuerdo con el portavoz.