Dos sondas espaciales de la NASA, de la misión Stereo, están ahora observando el Sol desde sus respectivas posiciones a 180 grados de distancia una de otra, es decir, cada una a un lado del astro y, fotografiándolo a la vez, han obtenido la primera imagen completa de toda la superficie solar. La capacidad de ver simultáneamente las dos caras del Sol permite hacer un seguimiento riguroso de la estrella y mejora notablemente la predicción de su actividad, lo que resulta esencial para alertar acerca de erupciones que puedan afectar a los satélites, los aviones o las compañías eléctricas, aseguran los expertos de la NASA.
Otros observatorios solares han vigilado el Sol, como el SOHO, que está situado en una posición orbital desde la cual no pierde de vista a la estrella. Pero los Stereo suponen un paso adelante importante. Una mancha solar puede surgir en un momento dado en la cara solar no visible desde la Tierra y, por tanto, el fenómeno queda completamente oculto. Pero la rotación del Sol puede exponer esa región de la mancha hacia el planeta y emitir flujos de plasma. "Ahora ya no puede pasar eso, las regiones activas de nuestra estrella no nos pueden tomar por sorpresa. Gracias a Stereo las veremos venir", dice Bill Murtagh, un experto en predicción solar de la NOAA (Agencia Nacional de la Atmósfera y el océano estadounidense).
Las dos sondas Stereo (de 620 kilos cada una y prácticamente idénticas) fueron lanzadas al espacio en octubre de 2006, se separaron y cada una se dirigió hacia su lugar en posiciones alrededor del Sol. En 2007 empezaron a observar el astro en tres dimensiones y hoy han alcanzado la configuración de oposición, es decir, separadas por 180 grados y cada una mirando a un hemisferio de la estrella. el plan es que sigan tomando imágenes durante los próximos ocho años, lo que supondrá una gran cantidad de información para los científicos que estudian la estrella y su interacción con la Tierra. "Stereo nos revela el Sol tal y como es, una esfera de plasma caliente e intrincados campos magnéticos", dice Angelos Vourlidas, científico de la misión.
Las cámaras de estas sondas espaciales están ajustadas para funcionar en cuatro longitudes de onda de la radiación ultravioleta extrema, apropiadas para seguir el rastro de aspectos clave de la actividad solar.
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