Este descubrimiento es el resultado de más de una década de observaciones en el observatorio W. M. Keck de Hawái, que posee uno de los telescopios ópticos más grandes del mundo. La investigación situó al planeta en un área donde el agua en estado líquido sólo existe en la superficie del planeta. Confirmó que este sería el planeta extrasolar más parecido a la tierra descubierto hasta ahora y el primer caso claro de planeta potencialmente habitable.
Para los astrónomos, un planeta "potencialmente habitable" es uno que puede albergar vida, no necesariamente uno en que los humanos puedan prosperar. La habitabilidad depende de muchos factores, pero disponer de agua en estado líquido y de una atmósfera son los más importantes.
"Nuestros hallazgos ofrecen un caso convincente para una planeta potencialmente habitable”, comenta Vogt. “El hecho de que hemos sido capaces de detectar este planeta tan rápidamente y de que esté tan cerca nos indica que los planetas con estas características deben ser bastante comunes”.
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