Un robot será utilizado para ingresar a una de las cámaras que están debajo de la pirámide de Quetzalcóatl, en San Juan Teotihuacan, Estado de México (centro), informó hoy el arqueólogo Sergio Gómez Chávez.
A 10 meses de que se iniciaran los trabajos del "Proyecto Tlalocan: Camino bajo la tierra", en donde se estima reposan los restos de los gobernantes de las pirámides de Teotihuacán, dos derrumbes de poca importancia pusieron en alerta al equipo de investigadores.
Al cumplirse 60 días del tiempo que estimaron necesario para ingresar a una de las dos cámaras bajo la pirámide de la Serpiente Emplumada, en la zona llamada La Ciudadela, el investigador en jefe, Gómez Chávez explicó que los trabajos se retrasaron debido a los dos derrumbes.
"Fueron pequeños, pero preferimos irnos con más cuidado, en aras de la seguridad. Entonces procedimos a construir una estructura metálica, de casi 5 toneladas de peso y que está soportado prácticamente en el aire porque está sostenido por cables laterales", explicó.
Unas 30 personas, entre trabajadores y arqueólogos, realizan esta excavación a 12 metros de la superficie. Y luego de concienzudas investigaciones, localizaron un túnel, del cual piensan que, hace unos 1.800 años, fue utilizado por los pobladores teotihuacanos.
Los arqueólogos aseguran que al morir los gobernantes eran sepultados en lugares sagrados y, desde hace mucho tiempo, investigadores nacionales y extranjeros han intentado localizar las tumbas de los gobernantes de la antigua ciudad, aunque la búsqueda ha sido infructuosa.
Gómez Chávez apuntó que hay muchas posibilidades de que en el interior de las cámaras se halle una importante tumba u ofrenda.
El túnel, que localizaron a 12 metros de profundidad tras haber extraido 200 toneladas de tierra, piedras, piezas prehispánicas y objetos presuntamente usados por los jefes teotihuacanos, es por donde entará el robot.
Con ayuda de un ingeniero del Departamento de Robótica del Instituto Politécnico Nacional (IPN), se construyó el robot.
A decir de Gómez Chávez, el robot es un pequeño vehículo con cuatro ruedas, de 18 centímetros de alto y 30 centímetros de largo, provisto de cámaras de video, luz y accionado a control remoto.
"El robot nos permitirá realizar la inspección con toda seguridad. Por el momento, estamos cerrando las pruebas con el robot y en dos semanas esperamos mostrar, acompañados de los medios, lo que encuentre a su paso", aseguró el investigador.
Antes de la excavación, y para precisar la ubicación del túnel, los arqueólogos se apoyaron en la colaboración del doctor Víctor Manuel Velasco, del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México, quien mediante un georradar determinó que el túnel tiene una longitud de casi 100 metros.
Además, Angel Mora y el ingeniero Juan Carlos García, de la Unidad de Apoyo de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos, han implementado el uso de un escáner con alcance de 300 metros.
La llamada "Ciudad de los Dioses", como también se le conoce a San Juan Teotihuacan, tuvo su época de esplendor en los primeros años de la era cristiana, pero hacia los años 450 y 650 comenzó a declinar. Hoy en día, su desaparición sigue siendo un misterio.