Xinjiang es una de las regiones que más sufre de invasiones de langostas en China, con más de tres millones de hectáreas de pastos azotadas por esta plaga anualmente.
El gobierno regional ha invertido una gran cantidad de recursos financieros y humanos para luchar contra las langostas. Sin embargo, el uso de pesticidas durante varios años ha causado una grave contaminación de las praderas, donde viven millones de pastores.